Según estimaciones se considera que el 3% de la población infantil va a padecer talla baja, lo que en el caso de Chile se traduce en que 127 mil menores podrían tener este problema.
El Departamento de Estadísticas e Información de Salud del Minsal, reveló hace un tiempo que durante la pandemia las visitas al pediatra disminuyeron un 54%.1
La información, lejos de ser una sorpresa para la endocrinóloga pediatra, María Isabel Hernández, ha dejado en evidencia un hecho que parece ser cada vez más recurrente en nuestro país.
“Desde hace unos años se viene dando una tendencia en Chile en que los padres llevan cada vez menos a sus hijos al médico. Los niños están asistiendo a las urgencias, pero se han perdido los controles pediátricos”, explica la doctora.
El problema, agrega la doctora Hernández, es que la falta de chequeos ha provocado que los papás ignoren los cambios que están sufriendo los pequeños. “Muchas veces no saben si su crecimiento y desarrollo está normal o alterado, si están bien con el peso y la estatura o si podrían estar padeciendo una enfermedad celíaca, cardíaca o renal”, afirma.
Incluso, añade la doctora, hay padres que se enteran de manera tardía que su hijo tiene problemas de crecimiento, que son trastornos que afectan el desarrollo normal de los niños y provocan que estén por debajo del rango de estatura para su edad y sexo.
Las causas de este fenómeno pueden ser variadas, pero generalmente se relacionan con:
Estatura familiar baja: heredan la estatura de sus padres y continúan con ese patrón. Además, hay que considerar que existen causas genéticas de talla baja, que son debido a alteraciones, que pueden ser diagnosticadas y tratadas.
Retraso constitucional del crecimiento y desarrollo puberal: también puede deberse a factores hereditarios y dice relación con la tendencia a ser más pequeño y entrar a la pubertad más tarde que el resto. Sin embargo, con el tiempo alcanzan la estatura que les corresponde y se desarrollan con normalidad.
Enfermedades sistémicas o que afectan a todo el cuerpo: problemas cardiacos, pulmonares, diabetes o desnutrición, malabsorción de alimentos, como la enfermedad celiaca, entre otras, pueden afectar el crecimiento normal de los niños.
Enfermedades hormonales o endocrinas: muchas veces el desarrollo normal de una persona se ve afectada por alteraciones en la producción de hormonas hipofisiarias, por ejemplo, en la producción de hormona de crecimiento; tiroideas, o exceso de hormonas como el cortisol pueden afectar el crecimiento normal infantil.
Trastornos genéticos: la acondroplasia, el síndrome de Turner y el síndrome de Down son algunos de los trastornos que provocan problemas de crecimiento.
Hasta 2020, y según datos recogidos por Unicef, la población de 0 a 17 años en Chile era de 4.259.155. Diversas estimaciones consideran que el 3% de la población infantil va a padecer talla baja, por lo tanto, eso se traduciría en que 127 mil niños podrían tener problemas de crecimiento en nuestro país.2
“Más que una medición aislada, lo que importa es la trayectoria que ha llevado ese niño o niña y que es visible a través de su curva de crecimiento. Para esto es fundamental que realicen sus controles pediátricos en forma periódica, explica la doctora María Isabel Hernández.
Debido a la importancia que tiene el crecimiento infantil en la salud de los más pequeños, se han incorporado herramientas tecnológicas que apoyen el correcto monitoreo de este indicador junto con el pediatra de confianza. Es así como recientemente se lanzó en Chile Jirafa App, que permite hacer un seguimiento del desarrollo de los hijos y compartirlo con el médico de cabecera.
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1 Controles de “niño sano” caen en un 54% durante el año de la pandemia
2 https://www.unicef.org/chile/media/3371/file/Infancia%20en%20cifras.pdf