Mercedes Balmaceda
Directora de Sustentabilidad
JLL
Cada vez más escuchamos hablar de los aspectos ASG (ESG por sus palabras en inglés: Environmental, Social, and governance) y es probable que muchos aun estemos recorriendo el camino de entender cual es el verdadero impacto que esto tiene en nuestro día a día. En definitiva, estas tres letras hablan de la visión de una persona (física o jurídica) respecto al impacto que tiene su actividad en el medio ambiente y el cambio climático, la sociedad y su integración con sus actores y, por último, su gobierno o lo que podríamos llamar ideas rectoras de su accionar frente al ecosistema en el que está inmerso.
Las empresas, al compás de las nuevas regulaciones y el cambio en la demanda, cada vez más se ven obligadas a reportar sus acciones frente a estos tres parámetros. De hecho, podemos ver que los criterios ASG son actualmente un factor central que habla del valor de una organización y como tal, repercute tanto en sus operaciones de negocio como en la evaluación de la sostenibilidad de las inversiones y su impacto en las finanzas. El medioambiente, lo social y el gobierno corporativo es un enfoque que permite evaluar en qué medida una corporación es capaz de alcanzar resultados económicos favorables generando, al mismo tiempo, un impacto positivo en los tres aspectos señalados. En base a nuestros estudios, vemos que el impacto no se reduce a aspectos financieros de la corporación, logrando ahorros y eficiencias en sus operaciones. También reducen los riesgos reputacionales y actúan como factor de atracción y retención de talento.
Como origen de este cambio, por supuesto esta el entendimiento que tiene hoy la sociedad de que es necesario un cambio en la visión de como hacemos negocios, y las regulaciones. Es por esto que tanto de gobiernos como de entidades regulatorias, tienen un rol fundamental en la aceleración que esta iniciativa va a tomar.
Si hablamos de regulaciones por supuesto que encontremos excelentes ejemplos a nivel mundial de como los gobiernos están siendo cada vez mas estrictos en el cumplimiento de las metas que logren la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, pero también su compromiso con las personas y la sociedad. Y Latinoamérica hoy esta en el mismo camino.
Chile es un claro ejemplo. En 2022 se promulgo la ley Marco de Cambio Climático con el objetivo de hacer frente a los desafíos que presenta el cambio climático y como transitar hacia un desarrollo bajo en emisiones de C02 (entre otros), hasta alcanzar y mantener la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero al año 2050. Estos es en vistas a dar cumplimiento a los compromisos internacionales asumidos por el estado de Chile en esta materia.
De esta manera, Chile se transforma así en uno de los primeros países de la región en fijar una meta de carbono neutralidad por ley, lo que hasta ahora solo habían hecho los países que marcan la agenda de sostenibilidad a nivel mundial como Reino Unido, Dinamarca, Japón, entre otros.
En la misma línea, también se ven acciones relevantes por parte de organismos reguladores. Luego de la publicación de la norma No 461 a fin de 2021, en septiembre de 2022 la CMF publico una guía para la implementación y supervisión de dicha norma, donde se incorporan las exigencias de información sobre sostenibilidad y gobierno corporativo en las Memorias Anules de las entidades supervisadas por dicha comisión.
Basados en los estándares de divulgación de Sustainability Accounting Standard Board (SASB), en esta guía se ofrece una orientación en relación con la compresión de los requerimientos de estos estándares y hace público elementos a considerar en la supervisión siguiendo buenas prácticas y recomendaciones internacionales, con la expectativa de mejorar el cumplimiento normativo por parte de las entidades.
La guía está dirigida a directorios de las entidades para la generación, revisión y reporte de la información a divulgar. Con el fin de brindar también orientación particular a los sectores industriales que deben entenderse de forma conjunta y complementaria se detallan indicaciones particulares para cada sector.
Analizando en detalle el mencionado documento, podremos encontrar, según la industria, las conductas esperables de las emisoras para reportar aspectos que van desde ratios de diversidad e inclusión de su población hasta niveles de energía consumida, tanto de origen renovable o no. De la misma manera se hace foco también en el uso responsable del agua, en particular para la industria de bienes inmuebles y aspectos más específicos como contaminantes atmosféricos para la industria de Metales y Minería.
Siendo que el entorno construido contribuyo en mas del 40% de las emisiones de efecto invernadero, en JLL, como asesores inmobiliarios de empresas globales y locales, ya hemos acompañado a una vasta gama de clientes en la definición e implementación de su estrategia sostenible con foco en sus inmuebles y operación. Basados en nuestro amplio entendimiento de las últimas tendencias, desarrollamos soluciones a medida para que nuestros clientes transiten este cambio de paradigma de la mejor manera y cumplan estrictamente con sus objetivos.
Colaborativamente, nuestros expertos de cada una de las áreas hoy trabajan parar responder a las necesidades de las empresas bajo esta nueva visión.