Por Karina Suárez, gerenta general de Avon Chile
Sin duda, la emergencia que ha vivido el sur de nuestro país producto de los devastadores incendios, la cual no solo ha afectado a miles de familias, sino también a la flora y fauna de la zona, nos hace un llamado urgente a las empresas a reflexionar de qué forma podemos comprometernos de manera efectiva y permanente con las comunidades afectadas, sumando esfuerzos entre el Estado, el sector privado y ONG`s, entre otros.
Todos sabemos que históricamente nuestra geografía ha estado expuesta a desastres naturales y también hemos sido testigos de la resiliencia que como país tenemos para volver a levantarnos una y otra vez cuando la naturaleza nos azota. De igual modo, conocemos de cerca la generosidad de los chilenos en momentos como estos. No obstante, la memoria es frágil luego que las catástrofes pasan. En ese sentido, mi llamado es a trabajar mancomunadamente en el desarrollo de alianzas público – privadas que nos permitan generar impacto positivo y acompañar de forma permanente a las personas.
A modo de ejemplo, en Avon hemos puesto a disposición de nuestras más de 61 mil consejeras a lo largo de Chile un seguro de incendio que nos permite acompañarlas para que, en el caso de las que hayan sido afectadas por los incendios, puedan seguir desarrollando su negocio, condonándoles la deuda e intereses y reenviándoles su pedido.
Sin ánimo de autorreferencia quería graficar con un ejemplo cómo las empresas tenemos el deber de buscar opciones para brindar herramientas de apoyo a nuestros colaboradores, clientes, consumidores y a la comunidad donde estamos insertos, generando un impacto positivo.
Busquemos opciones creativas de ayudar y apoyar en momentos de crisis, unamos esfuerzos y actuemos conjuntamente para que las empresas no solo sean un lugar seguro para nuestros colaboradores, sino también para todo aquel que lo necesite. Todos y todas, podemos ayudar de alguna manera a aquellos que sufren durante y después de una emergencia.