De esta manera se frena el crecimiento y el desarrollo. Al no haber una reforma tributaria vamos a seguir subvencionado y potenciando de forma imperfecta a los sectores más ricos y minoritarios, en desmedro de la gran ciudadanía.
Sobre porque ocurrieron así los hechos de la Reforma Tributaria, sin duda sabemos que hay mucho diputado y diputada muy poco educado, que permanentemente se equivocan en su trabajo de legislar, producto de sus faltas de lectura, y de su carencia de pensamiento analítico, pero todo indica que más que la poca educación, lo que primó fue el fanatismo, la avaricia pequeña, el poco respeto a la democracia.
El que la clase oligarca se opusieran en el parlamento a la idea legislar sobre construir un país con estándares modernos, sobre edificar una república democrática, donde exista equidad económica, seguridad social, tolerancia cultural, inclusión en todas sus aristas, acceso a la ciencia, apertura a la participación política, rasgos que definen una sociedad civilizada y sana, que son los que en definitiva generan estabilidad, y que permiten el verdadero crecimiento y desarrollo, es muy indignante y molesto. Entonces, pienso que nadie podría extrañarse de la crispación social que vivimos, y de pueda ocurrir en nuestro país, en cualquier momento, un nuevo estallido social producto del hastío ante tanto abuso.