Señor Director:
¡Si tan sólo nuestros ancestros pudieran ver lo que han hecho con nuestra patria!
¡Si tan sólo los forjadores de nuestra nación vieran cómo los gobiernos malditos de Bachelet y Piñera entregaron Chile a las hordas de ocupación!
Ante nuestros ojos el caos, la mentira, la corrupción y la delincuencia como jamás se han visto.
Un país totalmente invadido y saqueado.
Se han invertido todos los valores. Se han profanado los símbolos patrios y los templos.
Pues todos los trabajos, los esfuerzos y sacrificios de tantos individuos desde la época prehispánica y luego, con la formación de la nación chilena y sus gestas, toda nuestra riquísima cultura, historia y lenguaje, han sido socavados. Y es sólo un asunto de tiempo para que aquel “Nuevo Chile” de subsaharianos sea “mayoría” y enarbole una nueva bandera.
La mayor afrenta contra Chile ha sido ejecutada por los gobiernos infames (2006-2022): Han traicionado a nuestro pueblo y a nuestra tierra.
Boric, significativamente, es el resultado, el “producto” de ambos. Una especie de golem al servicio de la sinarquía mundial.
¿Nuestro destino? Baste conocer la historia de Haití, de Colombia, de Venezuela y de Perú para que mezclados –“integrados” vomitarán los siervos del Nuevo Orden Mundial– se pueda comprender lo que nos depara. Es el fin de nuestro Chile y de nuestra gente.
Rafael Videla Eissmann