Paolo Castro
Nutricionista y académico UCEN
En Chile la regulación que provee el Reglamento Sanitario de los Alimentos dice que son suplementos alimentarios aquellos productos elaborados o preparados especialmente para suplementar la dieta con fines saludables y contribuir a mantener o proteger estados fisiológicos característicos tales como adolescencia, adultez o vejez. Además, su composición podrá corresponder a un nutriente, mezcla de nutrientes y otros componentes presentes naturalmente en los alimentos, incluyendo compuestos tales como vitaminas, minerales, aminoácidos, lípidos, fibra dietética o sus fracciones. Se podrán expender en diferentes formas de liberación convencional, tales como polvos, líquidos, granulados, grageas, comprimidos, tabletas, cápsulas u otras propias de los medicamentos.
Para ser considerado un suplemento alimentario, este puede contener: vitaminas, minerales, aminoácidos, lípidos, fibra dietética u otros elementos naturalmente presentes en los alimentos, no obstante, se encuentra prohibido promocionar su consumo para fines de diagnóstico, prevención o tratamiento de las enfermedades. Siendo esta situación probablemente una de las actividades que menos se cumplen en muchos productos del mercado.
Es importante señalar además que no es recomendable su uso para menores de 8 años, embarazadas y nodrizas, salvo indicación profesional competente, donde la labor del nutricionista es fundamental para recetarlo, dado que previamente a suplementar se debe realizar un diagnóstico de la calidad de la alimentación que ingiere la persona ya que, un suplemento no reemplaza a una alimentación balanceada.
Asimismo, existe otra categoría en la regulación nacional que es diferente de la anterior dado que contiene otros componentes tales como los productos con cafeína, con adición de electrolitos tales como las bebidas isotónicas, entre otros. Dichos productos que son etiquetados bajo la denominación de alimento para deportistas y que indica “no recomendable para menores de 15 años, en embarazo ni lactancia”.
Sin embargo, la sociedad aún no repara en lo que dice el envase y la advertencia que se entrega al momento de consumir este tipo de productos, ya que es habitual ver a escolares comprando y consumiéndolos, ante lo que el rol de la familia y los establecimientos educacionales debe ser prioritario para contrarrestar un mal hábito que puede producir daño en la salud de los niños, niñas y adolescentes.
Lo indicado para consumir estos suplementos de cualquier tipo y cualquier edad es que se los indique su nutricionista, en atención primaria de salud o en consulta particular usted puede preguntar y evitar riesgos, porque sin duda, siempre es mejor prevenir que curar.