- Las alertas ya están encendidas ante la posibilidad de que se vuelva a repetir una “triplendemia”, que es la convergencia del Covid-19, la influenza A y el virus respiratorio sincicial. En cualquier escenario, el cuidado de los más pequeños sigue siendo una prioridad durante todo el año.
El cambio de estación de verano a otoño es complejo para todos, pero en los niños, especialmente en los recién nacidos, puede acarrear problemas que están relacionados con la llegada del frío.
Este año las alertas ya están encendidas ante la posibilidad de que se vuelva a repetir una “triplendemia”, que es la convergencia del Covid-19, la influenza A y el virus sincicial.
Según el Instituto de Salud Pública (ISP), los contagios de virus respiratorios aumentaron en un 82% durante la primavera de 2022. Sin embargo, advirtieron que eso no implica que el escenario no pueda repetirse durante este otoño y el invierno.
“Sabemos lo importante que es el cuidado de un recién nacido en todo momento, pero sobre todo en estos meses fríos”, dice la Brand Manager de Huggies, Stephanie Garriga, la marca para el cuidado de bebés y niños de Kimberly-Clark, quien agrega que mantenerlos secos en sinónimo de evitar descensos en su temperatura corporal y con ello evitar enfermedades.
“Además, la humedad en el pañal puede provocar la aparición de dermatitis y algunas infecciones que pueden dañar su delicada piel”, asegura.
De ahí la necesidad de tomar algunas precauciones para mantener a los niños cálidos, cómodos y saludables.
Asegúrate de que tu bebé esté abrigado: Los recién nacidos son particularmente sensibles al frío, por lo que es importante mantenerlos arropados en otoño. Esto incluye usar ropa cómoda y abrigada, preferentemente de algodón, así como un gorro y guantes para mantener la cabeza y las manos calentitas.
Controla la temperatura en interiores: Es recomendable mantener el hogar temperado entre 20-22 grados, para evitar que tu pequeño se enfríe o sobrecaliente.
Evita los cambios bruscos de temperatura: Al salir de casa, asegúrate de cubrir bien a tu bebé con una manta, para evitar la exposición directa al frío. Las corrientes de aire frío no son recomendables, y también es importante mantener al bebé alejado de cualquier fuente de calor directa.
Tu bebé debe estar alejado de personas enfermas: En otoño hay un aumento en las enfermedades respiratorias, como la gripe y el resfrío común. Para protegerlo, mantenlo alejado de personas enfermas y lávate las manos con frecuencia.
Ventila bien las habitaciones: Es importante mantener una buena circulación de aire en casa, incluso en otoño, para evitar la acumulación de bacterias y virus.
Presta atención a los signos de enfermedad: Puede sonar evidente, pero si tu bebé presenta síntomas como fiebre, tos persistente o dificultad para respirar, debes llevarlo al médico de inmediato.