Por Juan Manuel Cáceres
Concejal Copiapó
Haciendo memoria, hace ya mucho tiempo que ciertas avenidas se encuentran en un estado de permanente mal estado. Una de las que llama más la atención es la calle Juan Martínez. Esta avenida que es la continuación de la Avenida Atacama en dirección hacia la salida norte, tiene unos verdaderos cráteres que obligan a que los vehículos deban evitar caer para dañar las suspensiones.
Más allá de que para las personas que se trasladan en vehículos particulares es una molestia, y efectivamente puede degradar sus automóviles, en el caso de los conductores de locomoción colectiva se ve perjudicada su herramienta de trabajo. Son varias las líneas que deben someterse a los inconvenientes de evitar caer en uno de estos agujeros. Los choferes de las líneas 01, 11, 05, 06, 66, 07 y 77; están obligados a ver cómo una infraestructura pública que debiese estar en buen estado, va mermando la calidad de su principal sustento.
Así también está el caso recordado 2de Avenida Los Loros, que justo enfrente del CESFAM y la futura subcomisaría Pedro León Gallo lucía dos terribles socavones de gran profundidad que significaron un gran peligro para quienes debían transitar en vehículos por esa vía. Esto no es nuevo, y eso es una de las cosas que más indigna. Mientras se hacen alusiones y chistes en torno a los “eventos” como dijera eufemísticamente alguna autoridad metropolitana, hoy en día los agujeros en las calles demuestran la desconexión que puede llegar a tener la institucionalidad con los problemas cotidianos de los habitantes de las ciudades.
En el caso de la Alameda Manuel Antonio Matta, existe también un deterioro en las soleras y veredas. No sólo es un problema para los automovilistas, sino también para peatones. En el caso del centro de la ciudad se realizaron una serie de cambios a las veredas, que están súper bien, son bonitos, pero cuando llueve (cosa que sí pasa en la ciudad, por lo menos una vez al año), estas superficies se convierten en algo resbaladizo y peligroso.
Así mismo, existen también problemas con las ciclovías, en muchos sectores los usuarios nos han contactado diciéndonos que existen “pifias” en el concreto que dificultan el tránsito, pudiendo causar algún daño, sobre todo en los tramos donde se superpone el recorrido de la ciclovía a la calle, como es el caso del Puente Maipú y el Puente Kennedy.
Es importante que desde el Municipio se ponga ojo a este tipo de situaciones donde la calidad de vida de la ciudad se ve aminorada. Por otro lado, el discurrir del agua por problemas de la red de distribución hace que se se erosiones con mucha frecuencia el concreto, así como también no podemos dejar de darnos cuenta de cómo la ciudad sigue viviendo estragos del aluvión que para estas alturas deberían estar superados.
Urge resolver un problema que aqueja cotidianamente a los vecinos y vecinas de la comuna, pero hasta ahora, no se escuchan soluciones permanentes, abordadas de manera integral, con el concurso de las distintas instituciones involucradas y, sobre todo, considerando la opinión y las necesidades de todas y todos. Para tener una mejor ciudad y para que el Buen Vivir en Copiapó sea una costumbre.