Si bien las encuestas y análisis preveían el triunfo del partido de José Antonio Kast, otra cosa fue palparlo en la realidad y, más aún, por la magnitud y contundencia con que asentó sus reales a partir de hoy en el espectro político nacional, con el 100 por ciento de los votos. En realidad, el triunfo de Republicanos fue ABRUMADOR, al punto que solitos concentran el poder de veto en la convención constituyente, luego de realizar una campaña frontal contra la administración Boric, sus reformas y el manejo de la seguridad.
En La Moneda las proyecciones para este domingo siempre fueron sombrías. Los cálculos apuntaban a que, en el mejor de los casos, el gobierno de Boris obtendría 21 consejeros, y en el peor, 16. Vale decir, era muy difícil que tuvieran poder de veto en el Consejo, como los del Frente Amplio y los comunistas lo tuvieron en la Convención Constitucional refundacional, fallecida el 4 de septiembre pasado.
El aplastante triunfo del partido de Kast, que cambió el mapa político como pocas veces había ocurrido en una elección desde 1990, llevó a los ministros a pensar que la voz del Presidente tenía que estar presente para finalizar la jornada, en lo que Boric estuvo de acuerdo. Esto, porque en un principio había señalado que no haría uso de la palabra, porque tenía claro de antemano lo que se venía.
Sobre la mesa de la oficina del segundo piso de La Moneda estaba la última palada de tierra al programa de transformaciones con que llegó Boric al Gobierno. Con minoría en la Cámara Baja y en el Senado, y un proceso constituyente en manos de la oposición -bajo la hegemonía de su ala más dura, los republicanos- Boric tendrá que navegar en aguas muy turbulentas para sacar adelante las únicas reformas posibles que le quedan en carpeta -tributaria, pensiones y salud- a sabiendas que esos proyectos saldrán del Legislativo muy diferentes a lo que estipula su programa de gobierno.
Por más que La Moneda haya querido aparecer tomando distancia de este proceso, lo cierto es que el resultado fue leído como una repetición del golpe que sufrió el Presidente en el plebiscito del 4 de septiembre. No por nada fue que con el fin de distanciar el proceso constituyente del gobierno, Boric no habló con la prensa durante los últimos 25 días…. Claramente no quería repetir lo ocurrido la vez pasada, es decir, asociar su programa de gobierno con el proceso eleccionario, pero evidentemente la estrategia tampoco le resultó.
Al momento de hablarle al país, lo más parecido a asumir los costos de la derrota, Boric lo manifestó en la siguiente frase: “Hay algo que de cara a los resultados de esta elección que no debemos olvidar, esta estuvo marcada sin lugar a dudas, y así lo han reconocido todos los actores políticos y, por cierto, la gente que fue a votar, por la crisis de seguridad y la crisis migratoria que han calado en el ánimo profundo de nuestros compatriotas”.
Entonces, si Boric tiene claro el diagnóstico de esta segunda aplastante derrota consecutiva que sufre en poco más de un año de gobierno, lo que tiene que hacer -como dijo el Puma Rodríguez- es “oir la voz del pueblo” y dejar su tozudez y su ánimo de complacer a los partidos de extrema izquierda que conforman su alianza gobernante que hasta el momento han asumido con mucha soberbia las voces críticas de la ciudadanía y partidos opositores, atribuyéndolo todo a “la presión de la derecha”. O sea, como aquel dicho que dicho que “No hay peor ciego que el que no quiere ver”.
¿Qué pasará a partir de ahora con el proceso constituyente, considerando que, en un principio, el Partido Republicano no formó parte del «acuerdo» político (cocina…) para llevar adelante este proceso constitucional? Sin embargo, ahora tendrá que liderar el trámite de cara al país. Cambió el panorama, antes eran las fuerzas izquierdistas que pedían el apoyo de los opositores (la derecha) que se negaban a esta segunda patita constituyente porque entendían que con el Rechazo del 4/S terminaba el “experimento” constituyente y debían quedarse con la Constitución del Ochenta, a la que no querían cambiarle ni una coma.
En cambio, ahora, si la propuesta que elabore este conglomerado de 50 consejeros resulta también rechazada por la ciudadanía, se pone en riesgo las posibilidades presidenciales de José Antonio Kast, ya que este proceso vendría a ser como el “filtro” popular a Republicanos. Entonces, para que el pueblo apruebe una nueva Constitución que no sea más derechista que la de Pinochet, Republicanos también deberá hacer muchas concesiones en los bordes establecidos hasta ahora. Al menos, así lo dejó entrever el propio Kast al dirigirse al país anoche, con un mensaje sin revanchas y más bien aglutinador.
Por el contrario, supongamos que todo resulta expedito, se ponen de acuerdo los partidos y el pueblo aprueba en diciembre esta nueva propuesta, vamos a tener el contrasentido de que Boric pondrá su firma a una Constitución elaborada nada menos que por el ala más derechista de la derecha: el Partido Republicano, encabezado nada menos que por quien fue su contendor en la elección presidencial… algo nada más lejos de la realidad que pensó al momento de asumir su gobierno. Pero, así son los recovecos de la política.
¿Y qué pasó en nuestra región de Atacama? Los votos y las reglas de juego definieron a los dos candidatos que nos representarán en esta nueva convención. La primera mayoría regional la obtuvo don Paul Sfeir del Partido Republicano con un 11.76% (16.067 votos) y Marcela Araya del Partido Socialista que, por esas cosas de la denominada “Paridad de género”, con 9.610 votos (7.03%), “subió” en lugar del ex senador Ricardo Núñez que logró sumar más de 15.013 votos (10,99%).
Marcela Araya del Partido Socialista
¿Y decir de la aventura de la lista “Todo por Chile” y del “Partido de la Gente”? Realmente, sufrieron también un duro golpe, porque el partido de Franco Parisi siempre se planteaba como triunfador y formando parte de un acuerdo con la derecha, pero sin duda alguna que le afectó el caso de la candidata ariqueña condenada por drogas. Con ello también afecta directamente las pretensiones presidenciales de dos figuras que se unieron a ellos, como son el alcalde Rodolfo Carter y la diputada Pamela Jiles.
En cuanto al conglomerado que formaron la DC, el PPD y el Partido Radical… también llama mucho la atención, porque bien sabemos que el radicalismo tiene su cuna de origen en nuestra región, donde al parecer solo quedan vestigios de días gloriosos que ya no volverán, lo mismo que la DC con la senadora Yasna Provoste a la cabeza, donde su propia tierra esta vez le dio la espalda con una bajísima votación, al punto que -a priori- estos partidos corren serio peligro de desaparecer en las próximas elecciones municipales y presidenciales.
