Por Maglio Cicardini Neira
Es lamentable y penosa la suciedad que presentan actualmente las calles céntricas de Copiapó, con los contenedores rebalsados y la mayoría en mal estado, por el tiempo de uso que tienen, ya que son los mismos que dejé yo, durante mi gestión municipal. Además, a simple vista, se observa basura desperdigada por todos lados, por acción de personas y además de perritos abandonados en la calle que rompen las bolsas que la misma gente deja a un costado de los contenedores.
A cualquier hora que se transite por el centro es posible ver basura e incluso escombros de todo tipo desde colchones, cocinas, restos de material de construcción, cartones y bolsas negras en las calles Chacabuco, Maipú, Atacama, Los Carrera, Ramón Freire o sea, en todo el anillo central de la ciudad, que es por donde transitan cada día los copiapinos y, sobre todo, los visitantes que así se llevan la peor impresión de nuestra ciudad.
Pero, parece que el único que no camina por el centro de Copiapó es el señor alcalde, porque en caso de hacerlo, ya se habría dado cuenta de las pésimas condiciones sanitarias tiene hoy nuestra comuna.
Así es que, lamentablemente, nadie podrá negar que tenemos el rótulo de ser una de las ciudades más sucias del norte chileno, lamentablemente, una calificación que no es para sentirse orgulloso, precisamente.
Y en esto, la gran responsable -o irresponsable- es la Municipalidad de Copiapó que no cumple con uno de sus principales roles: el aseo de la ciudad.
Y para para corroborar mis palabras, actualmente, la Municipalidad se encuentra bajo un sumario sanitario emitido por la secretaría regional ministerial de Salud, justamente, por el exceso de basura en nuestras calles, tarea que no ha sido asumida como corresponde por la Municipalidad y el alcalde.
Y, si como lo anterior fuera poco, también la seremi de Transportes oficiará al municipio por la situación de los contenedores, ya que -según este ministerio- la presencia de estos contenedores en la calle afecta al libre tránsito de los vehículos, provocando atochamientos.
A mi juicio, el tema es que los contenedores no se pueden “tirar” en la calle, requieren de un constante monitoreo, de un vaciamiento permanente y también de mantención y analizar si estorban o no, sino para ir reubicándolos… Al parecer, esto no lo hace el municipio local, de allí tantos problemas que tiene con las autoridades fiscalizadoras.
No quería dejar pasar este tema para que quede la constancia de la inoperancia municipal frente a una de sus principales responsabilidades.
