- Obtenga más información sobre los mitos y las verdades detrás de los envases más amigables del medio ambiente, los consumidores y los recicladores.
Desde hace 17 años, la Global Footprint Network (GFN) calcula y anuncia el Día de la Sobregiro de la Tierra. Esta fecha determina el momento en que la demanda anual de recursos naturales de la humanidad supera lo que la Tierra puede regenerar en ese mismo año. Para 2023, la fecha calculada es este miércoles 2 de agosto y alerta sobre la incompatibilidad del estilo de vida de las personas con el medioambiente, que se puede evitar adoptando la economía circular.
En este sentido, la lata de aluminio es un ejemplo práctico que demuestra cómo podemos consumir sin impactar en exceso en la extracción de recursos naturales del planeta. Por eso, Ball Corporation, líder mundial en envases de aluminio sustentables, ha creado una lista de mitos y verdades sobre estos envases:
MITO #1: El aluminio reciclado no representa una cantidad relevante y la demanda de latas solo favorece la extracción de aluminio primario
El aluminio reciclado juega un papel importante en su industria y contribuye significativamente a reducir la demanda de aluminio primario, además de tener un precio más atractivo para las empresas. Esto, sumado a su calidad y su infinita posibilidad de reciclaje sin ningún tipo de pérdida de sus propiedades, explica que el 75% de todo el aluminio producido en el mundo siga en circulación. En Chile, la tasa alcanza un 33%, pero se trabaja en iniciativas como el Banco Social de Latas para poder elevarla. Mientras que, en Ball, alrededor del 80% del aluminio utilizado en la producción de latas es reciclado.
MITO #2: La lata de aluminio es reciclable, pero no como reciclada
Hoy en día, la lata es conocida por ser el embalaje más amigable con el medio ambiente, por ser 100% e infinitamente reciclable, es decir, que el proceso de reciclaje no cambia las propiedades del material, lo que permite que el aluminio no sufra downcycling, nombre que se le da a un material que pierde calidad en el proceso de reciclaje y solo puede ser utilizado en productos de menor valor agregado, lo que sucede con otros envases.
El ciclo de vida de las latas sigue siendo un ejemplo de avance a corto plazo, ya que es de solo 60 días. En la práctica, si una lata que sale de los mercados se consume y se desecha correctamente, en dos meses volverá a los estantes como una lata nueva.
MITO #3: No todas las latas regresan como una lata después del reciclaje
Este mito no representa algo negativo: como el aluminio no pierde propiedades durante el proceso de reciclaje, es habitual que una lámina de material reciclado se utilice para fabricar piezas para electrónica o coches eléctricos, por ejemplo. Incluso el aluminio de estos productos podría volver a convertirse en una lata en el futuro. Genial, ¿verdad?
En cualquier caso, las empresas de este sector se han esforzado para que la cantidad de aluminio reciclado no haga más que aumentar. Es el caso de Ball, líder mundial en envases de aluminio, que tiene la meta formal de alcanzar, en todo el mundo, el 85 % de contenido reciclado por lata para 2030.
MITO #4: Las latas de aluminio afectan el sabor de las bebidas
En realidad, las latas están recubiertas internamente con una resina que protege el líquido y garantiza que no haya interacción entre el aluminio y el producto. Por lo tanto, el sabor no se ve afectado, y el envase ofrece protección para que el sabor de la bebida no se vea alterado por la incidencia de los rayos UV.
VERDAD #1: El proceso de reciclaje de latas tiene varios beneficios ambientales significativos
Reciclar puede consumir mucha menos energía que producir aluminio primario, un 95% menos para ser exactos, lo que se traduce en menores emisiones de gases de efecto invernadero. Además, ahorra recursos naturales, reduce la cantidad de desechos y ayuda a preservar las reservas de bauxita, que es la principal fuente de aluminio primario.
VERDAD #2: La lata de aluminio ayuda a aumentar los ingresos de alrededor de un millón de familias
Debido a su atractivo precio, el aluminio es uno de los materiales favoritos de los recicladores: entre 2005 y 2021, se generaron más de 20 mil millones de reales en ingresos adicionales para estos campeones de la economía circular, según Abralatas.
VERDAD #3: ¡Hoy en día ves “todo” en la lata!
El crecimiento del mercado de latas de aluminio y la demanda de los consumidores de productos más sostenibles ha impulsado el lanzamiento de nuevas categorías de latas. Actualmente no solo se encuentran las tradicionales bebidas embotelladas, como cerveza, energizantes y refrescos, sino que además ya incluye, vino, bebidas listas para beber y agua.
Ball Corporation es pionera en nuevas categorías para bebidas en el mundo y en la región, con el lanzamiento a partir de estudios y pruebas realizadas que permiten que la bebida llegue con calidad a la mano del consumidor que valora la sustentabilidad y practicidad en nuevas ocasiones de consumo.
“Según los cálculos de Global Footprint Network, la demanda humana corresponde a más de 1,6 planetas Tierra, y los datos sugieren un consumo equivalente a dos planetas mucho antes de que lleguemos a mediados de este siglo”, reflexiona Estevão Braga, Director de Sustentabilidad de Ball para América del Sur. Y agrega: “Esto es contra lo que trabaja Ball. Queremos frenar e invertir este escenario poniendo de nuestra parte como líderes del sector y siguiendo nuestro Plan de Transición Climática, un documento detallado que nos guía con estrategias y acciones hacia el cumplimiento de nuestros objetivos de sustentabilidad y un futuro de compatibilidad entre nuestras vidas y la vida del planeta. El despertar a la necesidad de opciones más sustentables hace que la lata de aluminio, que cabe en la palma de la mano del consumidor, lleve mucho más que la bebida: una trayectoria infinita, un ejemplo de economía circular”.