Hortaliceros de Copiapó entregaron las primeras lechugas, repollos, y acelgas a empresas comercializadoras locales.

  • Iniciativa se concretó gracias a encuentros de negocios liderados por INDAP y su Servicio de Asesoría Técnica y Gestor Comercial.
  • Desde las empresas valoran el hecho que los consumidores prefieren productos locales y sanos.

Venancio Bugueño pertence al servicio de Asesoría Técnica, SAT, en hortalizas. Tiene un amplio recorrido por asesorías especializadas con INDAP desde más de una década y hace una semana comenzó a entregar sus lechugas, acelgas y repollos a la feria La Chimba, emprendimiento con varias sucursales en Copiapó que se dedican a la venta de verduras y frutas.

Venancio Bugueño se siente muy motivado por abrir nuevos canales de comercialización a sus hortalizas a un precio justo. «Nos juntamos hace poco en un rueda de negocios en Cowork Alameda, que nos invitó el INDAP a través de los asesores, para conocer información respecto de algunas empresas que están interesadas en comprar a un precio justo nuestros productos. Ahí conocí a una empresa que está creyendo en el trabajo que estamos realizando en el campo junto a otros hortaliceros, como el caso de La Chimba. Espero -comenta- que el entusisamo no se quede ahí si no que podamos tener un canal nuevo de venta para poder diversificar un poco más nuestra oferta, ya que lo nuestro es la producción de alimentos sanos, indica el agricultor.»

En la otra vereda Luis Morales junto a su señora Lourdes está empeñando en entregar los mejor del del campo a los hogares de la comuna. «Estamos motivados con mi esposa por hacer una conexión real con productores locales porque como empresa queremos apostar hacia lo local, con las hortalizas frescas del día, recién cortadas o del día anterior. Mucha gente nos pregunta de dónde traemos nuestros productos y lo que le decimos a ellos es que son productos de la zona, de la comuna y eso gatilla -nos hemos dado cuenta- las preferencias de la gente que viene a comprar por primer vez y por supuesto de los clientes, que ven en nuestros mesones lehugas, repollos, tomates que son copiapinos. No solamente hemos conversado con don Venancio sino que queremos aprovechar la disponibilidad y ganas de muchos otros pequeños productores del campo para que el negocio adquiera ese sello». señala el emprendedor.
Tito Villobos Romero, director regional (s) del Instituto afirmó en tanto que «la idea es que como INDAP podamos no sólo mejorar los rendimientos y la productividad de nuestras familias agricultoras, sino que además podamos estar generando nuevos canales de comercialización. Hoy en día lo clave para una agricultora o agricultor familiar es saber que puede vender no sólo en ferias, o en mercados campesinos o en el predio mismo, sino que puede ir diversificando su oferta a través del encadenamiento con otras empresas, en este caso locales. Agrega «lo que producen las y los pequeños productores de campo es fundamental, creemos como Gobierno y como servicio, para dar certeza y seguridad alimentaria a la comunidad, por lo que valoramos mucho estos encuentros comerciales», apuntó.

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