Javier Maruri Vargas
Académico Nutrición y Dietética
Universidad Andrés Bello, Concepción
Cada 16 de octubre, se celebra el día de la alimentación, día que tiene como objetivo principal, contribuir a que la población tome conciencia sobre la importancia de la seguridad alimentaria y la nutrición en todo el mundo. Este año, el factor central del día de la alimentación es el agua y de ahí que el eslogan sea: “El agua es vida, el agua nutre. No dejar a nadie atrás”
Y este eslogan – que en un inicio puede sonar algo extraño – no puede ser más acertado ya que envuelve algo mucho más grande y por lo mismo, podemos analizarlo por partes.
El agua es vida. No es desconocido que los organismos vivos están compuestos en su gran mayoría por agua. De hecho, alrededor del 70% del material celular es agua, por lo tanto, la necesidad de agua es indispensable para llevar procesos fundamentales como la circulación sanguínea, regulación de la temperatura corporal, procesos digestivos, solo por nombrar algunos.
El agua Nutre. Si hablamos de nutrir como “proporcionar a un organismo la sustancia que necesita para conservación y crecimiento”, sin duda el agua es absolutamente necesaria. Bien es sabido que una persona podría estar sin comer 40 días y aun así sobrevivir (obviamente no todas las personas), sin embargo, una persona podría estar máximo 2 a 4 días sin hidratarse. Luego de este tiempo aparecerán los síntomas de mareo, confusión, taquicardia y falla orgánica.
No dejar a nadie atrás. Así llegamos al tercer punto del eslogan. Porque a pesar de que estamos en el año 2023 y pareciera que contar con agua es cosa de acercarse a la llave y llenar un vaso, lamentablemente a nivel mundial esta realidad no es tan clara. Hace un par de años, UNICEF daba cuenta que 1 de cada 3 personas en el mundo no tiene acceso a agua potable.
Si vemos los 3 componentes del eslogan, éste toma fuerza y comienza a hacernos más sentido. La pregunta que viene es y cuál es la relación con el día de la alimentación. En una palabra: TODO
No podemos concebir una alimentación adecuada sin pensar en agua, desde la producción de estos, hasta el consumo final. Buscando algunos datos, me pareció interesante compartir lo que publica la fundación Aquae, en que, según datos entregados por la FAO, la comida se lleva el 70% del gasto de agua a nivel mundial. Por solo dar unas cifras, se necesitan 15.000 litros de agua para producir un kilogramo de carne de vacuno, 70 litros para producir una manzana, 500 litros para 1/2kg de trigo y 1000 litros para 1 litro de leche. Cifras inimaginables e increíbles para muchos, pero ahí están y algo debemos hacer al respecto.
Pero necesitamos hidratarnos y alimentarnos, entonces, ¿qué podemos hacer? Un punto clave es evitar el desperdicio de alimentos: cuando eliminamos alimentos, no solo estamos perdiendo dinero, sino que como dije anteriormente, estamos desperdiciando el agua que se utilizó para su producción. Comprar cantidades justas, utilizar las “sobras” en otro tipo de preparaciones, almacenar de forma adecuada y compartir, nos ayudará a tener menores pérdidas.
Cuidar el agua: Utilizar las cantidades justas, evitar dejar corriendo la llave mientras lavamos luego de cocinar. Prefiere alimentos que necesiten menor cantidad de agua para su producción. Ayuda de otras maneras – no necesariamente alimentarias – como darte duchas más cortas, arregla las llaves que gotean, no dejes corriendo el lavamanos, reutiliza el agua que sea posible.
Finalmente, este es un ciclo. Necesitamos el agua, necesitamos los alimentos. No podemos prescindir de estos. Cuidémoslos, eduquemos a la población. Como dice el eslogan: no dejes a nadie atrás.