Especialistas explican que fumar, beber alcohol, episodios de estrés y ansiedad, además de la ingesta de comidas abundantes favorecen la aparición del comportamiento.
De acuerdo con los resultados de una encuesta realizada vía online por Clínica Somno, el 82% de los participantes afirma haber bruxado al menos una vez en su vida. “Esto significa que la persona ha experimentado una condición médica, caracterizada por el rechinar o apretar los dientes de manera involuntaria, principalmente, por las noches”, explica Manolis Jusakos, cirujano dentista del Centro Especialista en Medicina del Sueño.
Este comportamiento motor se manifiesta comúnmente con dolores en la mandíbula, desgaste de dientes, cefaleas y dolor de oídos. Sin embargo, también puede ser síntoma de otros trastornos que afectan el sueño, como apneas, descanso poco reparador y en somnolencia diurna.
En la misma línea, la medición arrojó que el 75% de los encuestados bruxa durante la noche, mientras que el 25% restante lo sufre durante todo el día.
Factores que inciden en el bruxismo y tratamiento
El especialista comentó además que existen conductas que favorecen la aparición de este comportamiento motor: episodios de estrés y ansiedad, fumar, consumo de alcohol, el exceso de cafeína, comidas abundantes, el reflujo gastroesofágico y algunos antidepresivos.
Por otra parte, más de la mitad de los encuestados (52%) confirmó no conocer tratamientos para combatir el rechinar de dientes, incluso el 6% cree que no es necesario un tratamiento, ya que desaparecería por sí solo.
Desde la clínica aseguran que existen procedimientos adicionales al uso de placas de relajación, que tiene como fin principal evitar el desgaste de dientes, pero no solucionan el problema de raíz. Así, el doctor Manolis Jusakos recomienda tratamientos complementarios:
Terapia cognitivo-conductual (TCC): puede ser útil para abordar el bruxismo relacionado con el estrés y la ansiedad.
– Evitar factores de riesgo: particularmente el alcohol, el tabaco y las comidas abundantes.
– Herramientas de relajación: inhalaciones profundas y escuchar música suave pueden ayudar a conciliar el sueño.
– Descartar enfermedades preexistentes: el tratamiento de patologías como reflujo gastroesofágico, apneas del sueño y enfermedades del sistema nervioso central como el Parkinson.