- Miles de personas visitaron los cementerios para recordar a sus seres queridos
En el cementerio municipal de Copiapó se celebró la tradicional misa en la Solemnidad de Todos los Santos, misa presidida por el obispo, Monseñor Ricardo Morales. Como es habitual, la eucaristía tuvo lugar en el sepulcro donde descansan los restos de sacerdotes fallecidos.
En la homilía, el obispo invitó a hacer memoria de “quienes nos enseñaron a rezar, nos inculcaron valores, principios, demos gracias a Dios por lo que significaron en nuestras vidas; hermanos, hermanas, abuelos, amigos, personas significativas”, y dijo que “algo de ellos permanece en nosotros”. Llamó a descubrir “qué regalo me dio Dios por medio de esa persona, con sus luces y sus sombras”. Agregó que es posible sentir cerca a las personas que ya han partido. “Si le hacemos una pregunta desde lo profundo del corazón, ese ser querido nos va a responder, con su testimonio y su ejemplo de vida” y expresó el deseo “que cuando partamos de este mundo, haya un recuerdo hermoso de lo que fuimos”.
El obispo también invitó a pedir la intercesión de quienes ya han partido y a valorar su testimonio, especialmente por haber vivido en tiempos donde sostener a la familia requería mucho esfuerzo y trabajo y cuando no existían las comodidades de hoy. “La santidad no es sino procurar el bien del otro –dijo-; bendita la memoria de esos hermanos y hermanas que ya no están, bendita su memoria en la Gloria de Dios”.
Como cada año, la comunidad de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, Catedral, organiza esta celebración, a la que concurren las familias que se encuentran en el cementerio visitando las tumbas de sus seres queridos.
