“Las vacaciones son un buen momento para promover en los jóvenes comportamientos de auto regulación y cuidado”, sostiene Arnaldo Canales, director ejecutivo de la Fundación Liderazgo Chile.
Durante las vacaciones escolares las normas y horarios del resto del año se relajan, nuestros hijos presionan por permisos para salir con los amigos, llegar tarde e incluso salir de viaje solos. “La impulsividad y la temeridad son características de la adolescencia y pueden llevar a conductas riesgosas”, explica Arnaldo Canales, director ejecutivo de la Fundación Liderazgo Chile y promotor de la Ley de Educación Emocional que se encuentra en el Congreso.
Cada verano ocurren accidentes por piqueros mal ejecutados, caídas en piscinas, conducción imprudente o bajo los efectos del alcohol o drogas, que pueden explicarse en parte por “esta temeridad y el deseo de pertenecer, de validarse frente a los pares”, asevera Canales.
Pero ¿cómo protegerlos de los riesgos y al mismo tiempo no arruinar este período de descanso? Canales entrega algunas recomendaciones a los padres, “trabajar y fomentar una comunicación abierta, horizontal, que no sean cuestionarios ni entrevistas. Establecer límites claros, de los que los adolescentes se hagan responsables, que tomen conciencia de que cada acción de riesgo tiene consecuencias”.
Para Arnaldo Canales también es importante realizar actividades en conjunto, compartir experiencias de la propia juventud de los papás, generar recuerdos positivos y enseñar a tomar decisiones conscientes, evaluando los riesgos. “Hay que lograr un equilibrio entre la confianza y la supervisión, que no siempre es sencillo”.
“Se trata de lograr un bienestar emocional, que los hijos aprovechen este descanso para socializar, conectar con otros, desconectarse de las redes sociales, compartir en familia también”, finaliza Canales.