Los beneficios de la abdominoplastia en pacientes bariátricos

Por Dr. Juan Eduardo Catalán, cirujano plástico de Clínica Colonial – www.clinicacolonial.cl

¿Sabía usted que muchos hombres y mujeres que se someten a una cirugía bariátrica- como un bypass gástrico o manga gástrica- y bajan más de 30 kilos de peso suelen experimentar un importante exceso de piel y grasa post operación, conocida popularmente como “Guatita de Delantal”? ¿Y que dicha situación no sólo genera problemas de índole práctico o estético, sino que también psicológico en las personas?

Frente a esta problemática, cada vez son más los pacientes que optan por someterse a una abdominoplastia, intervención quirúrgica cubierta por FONASA e ISAPRES que busca justamente extirpar la piel y grasa sobrante que cubre parte del pubis y la zona alta de los muslos.

El término “Guatita de Delantal” fue acuñado hace algunos años por muchas mujeres que, tras someterse a una operación para perder peso, sufrieron las consecuencias de que su abdomen abultado empezara a adelgazar, generándose un exceso de piel y grasa tras dicha cirugía.

Lo anterior no sólo las afectaba en su día a día, ya sea estéticamente al no poder usar la ropa que querían o desarrollando hongos e irritación en la parte del pliegue dada la alta humedad, especialmente en los días de calor, sino que además provocaba en las pacientes problemas psicológicos, como baja autoestima y aquellos relacionados con su vida íntima. Toda esta situación las llevó a organizarse y a solicitar, en su momento, al Ministerio de Salud, FONASA e ISAPRES el financiamiento de una cirugía reparatoria o abdominoplastia como solución a tal inconveniente.

¿En qué consiste?

La abdominoplastia es una intervención quirúrgica que tiene como objetivo extirpar el exceso de piel y grasa de la parte media y baja del abdomen y reforzar la musculatura de la pared abdominal. Estos casos se suelen dar en pacientes que han tenido aumento de peso y pérdida posterior o en mujeres que han tenido varios embarazos, con un aumento excesivo de peso. En el caso de los pacientes bariátricos, sólo está recomendada para quienes han bajado 30 o más kilos de peso.

Para el pre operatorio, el o la paciente debe llegar en ayuno, se le toman algunas fotografías de pie, ya sea de frente, perfil derecho, perfil izquierdo y zona posterior. Después de eso se hace la marcación de la zona a intervenir.

Al comenzar la operación se hace una incisión de cadera a cadera y después de eso con un electro bisturí se va cortando el tejido graso hasta llegar al plano donde está el músculo, que tiene una cubierta llamada fascia que es un tejido blanquecino. Entonces se empieza a despegar hacia arriba, hacia la región del tórax, toda la piel y grasa con mucho cuidado.

Dado que el ombligo se debe mantener, se hace un corte en el borde de éste y se aísla, sacando solamente la piel y grasa que lo rodea. Luego se sigue separando el colgajo de piel y grasa hasta llegar al borde de las costillas, tanto a nivel derecho e izquierdo y la parte más alta que corresponde a la zona inferior del esternón.

Acto seguido, el colgajo se levanta y se pone a la paciente en una posición semi sentada y el tronco un poco elevado. Posteriormente se tracciona el colgajo y se va cortando la piel de tal forma que no quede muy tensa. Después se sutura en varios planos y se externaliza el ombligo.

En el post operatorio, el o la paciente se queda una noche en la clínica porque la analgesia debe ser endovenosa y no oral. Al día siguiente se da el alta debiendo irse fajado(a) a su domicilio. Esta faja abdominal compresiva es muy importante y la tiene que usar un mínimo de tres meses. A la vez, debe evitar hacer cualquier fuerza que hagan que los músculos se desgarren y aparezca una hernia. Adicionalmente, tiene que seguir una dieta dada por las nutricionistas.

Dado que el espacio que está en la cavidad abdominal – donde se ubica el estómago, intestinos, hígado, etc.- es reducido, el cuerpo compensa la subida de peso separando los músculos rectos abdominales (conocidas popularmente como “calugas”). Estos músculos se van separando, por lo que al hacer la abdominoplastia se unen nuevamente con una sutura no absorbible. Entonces a los pacientes hay que explicarles que, si antes de la operación podían comer grandes volúmenes de alimentos, posteriormente a ella no lo podrán hacer porque al cerrar tales músculos el espacio de la cavidad abdominal se reduce considerablemente.

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