¿Qué hacer en la escuela post catástrofe?

Eliseo Lara Órdenes

Director Pedagogía en Educación Media

Universidad Andrés Bello, Concepción

Desde el informe Delors (1996) de la UNESCO se asumió en el mundo la relevancia del aprender a convivir, que la escuela sea un espacio seguro con una cultura de respeto hacia sí mismo, los otros y el medio ambiente, así como un espacio de promoción para la vida pacífica y democrática. Todos aspectos ratificados en el texto “Reimaginar juntos nuestros futuros” (UNESCO, 2022).

No obstante, en Chile, país de catástrofes, hacemos poco o casi nada cuando estas ocurren. Salvo el programa “A convivir se aprende”, que forma parte del “Plan de reactivación educativa” post pandemia y que interviene los establecimientos con mayores indicadores de violencia en cada región, no hay una política que norme el proceder en las escuelas post-catástrofes.

No se hizo en 2010 con el terremoto ni tampoco en 2022 post aluviones en el Centro Sur del país. Y si para un adulto es difícil vivir la pérdida de sus bienes alcanzados con el esfuerzo de su trabajo, imagínense lo que ocurre en los niños, niñas y adolescentes, pero ahora agréguenle la magnitud cuando los afectados son una comunidad casi completa.

El Modelo de Escuela Total, que promueve el Ministerio de Educación, puede ser un camino para comenzar a abordar los regresos a clases post catástrofes con las comunidades, a fin de promover una cultura preventiva y de bienestar socio emocional, poniendo en el centro el desarrollo de los y las estudiantes.

De ahí que, invito al Ministerio a proponer un plan de apoyo, acompañamiento y capacitación para directivos y docentes, involucrando a todos los establecimientos educativos, públicos, particulares subvencionados y particulares pagados, a ser parte del proceso en post de mejorar la salud mental y contener pedagógicamente el trauma de perder los bienes familiares producto de una catástrofe.

Síguenos en facebook

Comparte

Facebook
Twitter
WhatsApp
error: Contenido protegido!!!