Por Benjamín Toselli, presidente ejecutivo de IT Hunter – www.it-hunter.cl
Tradicionalmente, las carreras vinculadas a la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM en su sigla en inglés) han tenido una mayor participación de varones, situación que se debiera revertir no sólo para reducir la brecha de género actual, sino que además para aprovechar las múltiples oportunidades que ofrecen en materia laboral.
Por ejemplo, y según nuestra XI Guía Salarial TIC 2023, la presencia de mujeres en cargos ejecutivos del área tecnológica en Chile sólo llega a 14%, mientras que en los puestos de especialistas es de 42%. Si consideramos los resultados de la X Guía Salarial TIC 2022, la participación femenina en las posiciones ejecutivas alcanza un 15% y en las de especialistas el 38%. Es decir, a nivel de cargos de especialistas las mujeres han elevado su presencia, pero no lo suficiente.
En este contexto, impulsar una mayor presencia femenina en tales campos de desarrollo profesional, junto con ser un imperativo ético, representa un camino concreto para incentivar la diversidad, fomentar la innovación y contribuir a una sociedad más moderna.
Diversas son las estrategias que se pueden llevar a cabo en tal sentido. Una de ellas tiene que ver con el factor educacional. Para ello se hace indispensable promocionar desde el nivel primario la igualdad de oportunidades para la enseñanza de las matemáticas, computación y ciencias, tanto para niños como niñas. Asimismo, el hecho de llevar a cabo iniciativas de inclusión y de difusión que resalten, por ejemplo, la contribución de las mujeres científicas en el mundo puede servir de inspiración para que muchas jóvenes vean en las carreras STEM una opción real para ingresar al mercado laboral y desarrollarse profesionalmente.
Otro camino apunta a poner fin a aquellos estereotipos de género que desmotivan o limitan en las mujeres la elección de determinadas carreras que, supuestamente, son “territorio de los hombres”. Se hace necesario entonces modificar las percepciones que sobre este tema existen, a través de la implementación de campañas educativas que, desde la niñez, destaquen el rol de las mujeres en las áreas STEM.
La puesta en marcha de programas de becas y de instancias que incentiven y faciliten el acceso de las mujeres a las carreras STEM es otra estrategia para reducir la brecha existente en esta materia.
La aplicación de políticas de igualdad salarial y otras medidas inclusivas son maneras de contribuir también a crear mejores entornos laborales en las organizaciones STEM, sean del mundo privado y público.
La implementación de programas de mentoría representa otra acción que posibilita vincular a aquellas estudiantes que tengan interés por las carreras STEM con profesionales mujeres ligadas a dichos campos de especialización. Con ello, las primeras no sólo tendrán modelos concretos a seguir, sino que también podrán recibir consejos y disponer de una orientación clave para definir la carrera que cursarán en el futuro. Adicionalmente, es fundamental difundir mediante eventos y seminarios, entre otras instancias, aquellos casos de éxito de mujeres en los ámbitos de la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, con fines inspiradores.
Finalmente, construir puentes entre la industria y el mundo académico permite contar con una serie de instancias para que las mujeres STEM pongan en práctica los conocimientos adquiridos, participen en eventos y amplíen sus redes de contactos profesionales.