Motivar el crecimiento del consumo

Marcelo Gutiérrez Delgado

Académico Ingeniería Comercial

Universidad Andrés Bello

En las últimas semanas se han dado a conocer, por parte de la entidad regulatoria, dos de los principales indicadores relacionados con la gestión y evolución económica de nuestro país.

Desde la vereda del “consumo” está el IMACEC, el cual nos muestra como se ha comportado la actividad económica y comercial, respecto de su periodo inmediatamente anterior. Para febrero el dato nos muestra un crecimiento del 0,8% (desestacionalizado), siendo los sectores mineros y de servicios los principales apalancadores de esta expansión con un 0,3% y 0,2% respectivamente los cuales en su conjunto representan un 60% de la evolución mensual.

Esto se explica por el aumento del precio relativo de los productos mineros y el de los servicios propios de un periodo estival, como lo son la hotelería, restaurantes y transporte.

Si bien es un buen indicador, el mercado tiende a regularlos en temporada no estival, por lo que se estima una tendencia similar para marzo, pero ajustada para abril.

El impacto se ha visto reflejado también en el IPC de marzo, esperando una leve contracción de este para los meses de abril y mayo.

Por otro lado, el ente contralor ha dado señales inequívocas de incentivar el consumo en la sociedad, mediante una disminución de la TPM en 0,75 puntos base, dejando la tasa en 6,5%, situación que tiene por objeto propiciar las acciones de consumo, mediante el acceso de financiamientos con costos más bajo.

Esto se puede ver reflejado en las próximas semanas en el aumento de colocaciones por parte de las entidades bancarias, mientras que su efecto contrario es motivar la movilización de fondos estacionales de los DP, ya que disminuye también la tasa de captación de corto plazo.

Lo anterior se explica como una medida para seguir motivando el crecimiento del consumo interno, fomentando directamente la demanda de bienes y/o servicios producto de una mejor condición de financiamiento de los capitales necesarios para tal efecto.

No obstante, esta rebaja debe ser acompañada de estrategias de mediano y largo plazo en materia de empleo y desarrollo de políticas públicas, tendientes a seguir la senda de recuperación que se desprende al interpretar estos indicadores claves de nuestra economía.

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