Uwe Rohwedder
Arquitecto y académico U.Central
El aviso fuerte y claro que tuvimos como ciudadanía en relación con lo sucedido con los socavones en sector del camino costero de edificios construidos sobre dunas, vuelve a ser noticia por cuanto sin muchos antecedentes, se autoriza la ocupación en uno de ellos.
Habremos aprendido algo de este desastre provocado por malas decisiones y falta de integridad en la elaboración de los instrumentos de planificación territorial y crecimiento urbano. La gran interrogante es si efectivamente se puede asegurar que habitar estos lugares no tiene riesgos y si esta experiencia muy difundida en muchos medios, de alto impacto ayudará a tener en cuenta y conciencia sobre como preservar mejor y cuidar lo natural, tomar en cuenta aspectos geográficos, climáticos, geológicos y de equilibrios naturales. Aspectos que no pueden seguir escondidos debajo de las grandes decisiones y oportunidades de negocios.
Aquellos que con mucha visión construyeron el camino costero que une Viña del Mar con la localidad de Con-Con y que fue motor de progreso y acceso a un maravilloso borde costero. El contraste con lo que vemos hoy es aberrante y habla de un crecimiento sin conciencia, que refuerza la necesidad de enseñar y aprender sobre estos sensibles sistemas y los enormes riesgos que implica el diseño de edificios como objetos que se replican y colocan donde se puede vender su vista sobre el océano Pacífico.
Me parece que debemos despejar por temas de transparencia y confianza el como se toman las decisiones, terminar con la falta de ética en la forma y fondo de las decisiones ya que, sin ello, aseguran las dudas más que razonables sobre el proceder de autoridades, técnicos, profesionales, políticos y de ciudadanos en desmedro de otros que si tienen poder de decisión. Ojalá que las reparaciones en curso en el sector tengan las certificaciones de calidad que aseguren con un nivel de certeza importante que las soluciones sean basadas en la naturaleza.