Incontinencia urinaria: Un drama silencioso que afecta al 62% de las mujeres sobre los 30 años en Chile

Si bien este trastorno afecta principalmente a mujeres de mayor edad, también se puede desarrollar en etapas más tempranas de la vida y sin antecedentes como la menopausia o partos. Esta patología genera falta de control de la vejiga, lo que deriva en una pérdida leve o abundante de orina, y a su vez, atenta contra la autoestima de quienes lo padecen.

La incontinencia urinaria es una enfermedad recurrente en nuestro país que afecta mayoritariamente a mujeres y que tiene una gran repercusión a nivel social y psicológico, pudiendo así afectar la calidad de vida de quien la padece y, a la vez, reducir su autoestima. De hecho, en Chile se estima que este tipo de problema afecta al 62% de las mujeres sobre los 30 años.

Según explicó el doctor Daniel Sfeir, ginecólogo y obstetra de Clínica MEDS, “la incontinencia urinaria es por definición el escape involuntario de orina. Es una patología mayor de la mujer, que se concentra esencialmente en ellas, porque la longitud de la uretra es de 4 cm y en el hombre es de aproximadamente 15 cm. En la mujer, los mecanismos de contención se puede ir dañando con el tiempo, y también hay ciertas situaciones como son la maternidad y otras condiciones que van disminuyendo el colágeno. Esto tiene diferentes causas”.

El especialista agregó que “el escape urinario tiene dos cosas que son terribles. Una, es la irritación de la piel en la zona y, la otra, es un tema social. La persona que tiene incontinencia se ve vinculada a los baños de por vida o en su defecto, pasando vergüenzas en situaciones en las que está compartiendo con otras personas y entonces es una causal de aislamiento social. Aproximadamente, un tercio de las mujeres en la postmenopausia tienen un grado de incontinencia y esto las bloquea socialmente o las incomoda en cuanto a sus ropas. Además, es que es un tema que no se conversa”.

En este sentido, el facultativo de Clínica MEDS precisó que hay dos grandes patologías: la incontinencia de orina de esfuerzo y la de urgencia. “Por ejemplo, es muy característico que los pacientes digan que al saltar esto ocurre y eso es una acción mecánica, que se asocia con el problema de incontinencia de esfuerzo. La otra, es la incontinencia de urgencia, que es la necesidad imperiosa de orinar, como cuando una persona que se despierta mucho en la noche para hacerlo o cuando a lo largo del día va 10, 12 veces al día a orinar. Es muy importante la vida saludable, en cuanto a alimentación y en cuanto a no usar elementos que producen irritación en la vejiga y que aumentan la posibilidad de tener incontinencia”.

Respecto a los factores de riesgo vinculados a esta patología, el doctor Sfeir aclaró que hay que prestar mucha atención con “el uso y abuso del té y del café, también de las bebidas con colorantes, que irritan la vejiga y aumentan toda la parte de la contingencia de urgencia. Hoy en día, hay mucho consumo de agua, a veces en exceso, por lo que se debe establecer algún tipo de horario para ello. Hacerlo predominantemente en las mañanas o a largo del día, pero no en las tardes ni en las noches, porque se produce una abundante retención de agua que se va a ir eliminando y eso va a causar molestias en la noche”.

“También tiene que ver con el uso de medicamentos. Hay muchos fármacos para la hipertensión arterial que se usan, y que está asociados a diuréticos, los cuales aumentan la producción de orina. También, esto se da mucho en pacientes diabéticos que tienen glucosuria, que es la eliminación de la glucosa a través de la orina”, precisó el especialista en ginecología y obstetricia de Clínica MEDS.

En relación a los tratamientos existentes, el doctor Sfeir afirmó que “hay que partir descartando la presencia de una infección en la orina, ya que ésta puede ser causal de escape de orina involuntario. Esto se puede corregir fácilmente. La de urgencia, se trata con medicamento y la de esfuerzo se parte por mejorar el trofismo de estas musculaturas y de estos tejido, lo que se puede lograr con ejercicio, con apoyo kinésico, que es sumamente importante, y con el aporte de estrógeno. Si al final del camino no se logra tener éxito con ninguna de las dos opciones, entonces tenemos que considerar el paso siguiente, que son las cirugías”.

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