Sofía Báez, directora ejecutiva de la Corporación Social y Educacional Renasci.
Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Familia, es importante recordar el rol que cumplen los Programas Familias de Acogida en nuestra sociedad, para proporcionar cuidado alternativo familiar a niños, niñas y adolescentes que han debido ser separados temporalmente de su núcleo familiar de origen, por distintas vulneraciones y que ingresan bajo una orden judicial.
Como Corporación Social y Educacional Renasci, actualmente ejecutamos dos programas en la región tales como: FAE Renasci y FAE Meraki, además de la residencia REMPER Renasci, que son atendidos por profesionales especializados y un equipo biopsicosocial brindando procesos de reparación y con apoyo constante a nivel psicológico y emocional, debido a la separación familiar que han vivenciado el niño/a o adolescente, favoreciendo la reunificación familiar y regulación emocional.
Trabajamos en dar respuesta a las necesidades del niño/a para que pueda vivir en un contexto familiar estable de acuerdo al plan de intervención individual, que nuestros profesionales psicólogos y trabajadores sociales, establecen para su bienestar durante el proceso de acogimiento.
Además, resulta fundamental la gestión de redes comunitarias e intersectoriales para generar distintas instancias recreativas que permitan la socialización de los niños, niñas y adolescentes (NNA), impulsando actividades lúdicas y deportivas, incluido el equipo y sus familias, estas acciones están a cargo de nuestras gestoras territoriales y el equipo de difusión, promoviendo todo su potencial y desarrollo.
Trabajar por el cuidado y fortalecimiento de la infancia es nuestro motor, por eso desarrollamos un proceso de evaluación de quienes desean ser Familia de Acogida, sean solteros o casados, lo importante es que cuenten con redes de apoyo familiar, ingresos económicos estables y salud física y psíquica compatibles con las labores de crianza y protección, son los principales requisitos.
El proceso de intervención para ser Familia de Acogida externas, consiste en tres etapas: postulación, evaluación, capacitación y acompañamiento. Primeramente, las personas interesadas son citadas a una charla informativa acerca del programa. Posteriormente, viene la etapa de evaluación psicosocial y recopilación de antecedentes, donde se les cita presencialmente para la aplicación de instrumentos psicológicos y sociales, para evaluar sus capacidades para asumir el cuidado transitorio de un NNA, aquellos que aprueban este proceso, son citados para fortalecer sus capacidades de dar respuesta a las necesidades del NNA y enfrentar adecuadamente los desafíos que implica el proceso. Finalmente se elabora un informe de idoneidad, información que va compilada al Tribunal de Familia para que acepte o rechace.
De este modo, nuestra misión es disponer de familias preparadas para realizar acogimiento familiar externo, de acuerdo a la decisión técnica de los profesionales y de la directora del proyecto FAE. Cuando el acogimiento está en curso, se da inicio a la reunificación familiar, reforzando las estrategias de crianza, la adecuada respuesta a las necesidades del NNA, contribuyendo a la restitución del derecho de vivir en una familia estable, tanto en los cuidados y contención frente a las dificultades que puedan presentarse.
Es así, como las Familias de Acogida en nuestra sociedad, constituyen una alternativa de cuidado y acogimiento, para quienes han sido vulnerados en sus derechos a través de nuestros dos programas y el arduo trabajo, logramos motivar e incentivar a la sociedad a dar esta gran cuota de amor hacia la infancia posterior, ponemos a disposición las mejores competencias profesionales y técnicas, para que el ambiente familiar sea contenido, con rutinas, regulado de normas y límites, con el fin de aportar a su bienestar y protección. Tú puedes ser la pieza faltante en la vida de un niño.