Para avanzar en ámbitos de seguridad, energías limpias, sustentabilidad, y muchos otros mencionados en la Cuenta Púbica, se debe poner la ciencia y el conocimiento al centro del desarrollo país, con la correspondiente asignación presupuestaria que esto implica y que nos permita dar un salto desde nuestra magra inversión en investigación y desarrollo de 0,34% del PIB. Para ello, es necesario diseñar un plan integrado de largo plazo que permita instalar capacidades de investigación y desarrollo en el país, formando profesionales especializados y fomentando una articulación robusta y duradera con la industria, tanto privada como pública, con desarrollo en cada una de nuestras regiones.
Un buen ejemplo a seguir podría ser el de Finlandia, país que en los años ochenta, en medio de una crisis económica, decidió apostar por la investigación y desarrollo como política de Estado y puntal de crecimiento, para producir una inflexión. Pasó de una inversión de 1,1% del PIB en 1981 a un 3,2% del PIB el 2000, con un esfuerzo sostenido gobierno a gobierno. Los resultados están a la vista. Este énfasis y su diseño deben estar presentes con nitidez en la visión país y ser reflejados con prioridad presupuestaria.
Pedro Bouchon
Vicerrector de Investigación UC
Soledad Torres
Vicerrectora de Investigación e Innovación UV
María José Gallardo
Vicerrectora de Investigación y Postgrado UDA
