Por Ulises Carabantes Ahumada – Ingeniero Civil Industrial – Escritor
Ex Secretario Regional Ministerial de Minería y Energía de Atacama
Secretario Ejecutivo Corredores Bioceánicos Paso de San Francisco y Paso de Pircas Negras.
El martes 11 de junio recién pasado Atacama fue el centro del gremio del turismo a nivel nacional. En efecto, la Federación de Turismo de Chile, FEDETUR, en conjunto con la Asociación de Turismo de Atacama, ATA, desarrolló un encuentro de esta importante industria donde estuvieron presente empresarios de nuestra región y representantes del sector público involucrados en esta actividad como el Director Regional de Turismo Alejandro Martin y por supuesto el presidente de ATA Luigi Giglio y el presidente de FEDETUR Jaime Guazzini, quien es empresario del turismo en la Región de Aysén.
En esta importante jornada se entregaron parámetros de la evolución de la actividad turística en Chile, las causas de su estancamiento actual y las perspectivas de desarrollo.
Para la Región de Atacama quedó muy claro que, dada la indiscutible importancia de la afluencia de turistas argentinos a Chile, es de alta relevancia potenciar, dejando habilitados en forma permanente, los pasos fronterizos de San Francisco y Pircas Negras, los que nos conectan directamente con las provincias argentinas de Catamarca y La Roja respectivamente y en forma indirecta con las provincias de Tucumán y Córdoba, dos potencias económicas del país trasandinos desde las cuales deberían a comenzar a llegar una mayor cantidad de turistas a nuestra región, siempre y cuando se potencien, léase habiliten, en forma permanente los pasos fronterizos referidos, con todas las facilidades y acomodaciones que se necesitan.
En otra arista de esta reunión del turismo nacional efectuado en Copiapó, resultó curioso informarse de las exigencias que se les pone a los turistas australianos en su ingreso a Chile, trámites en los cuales hasta se les pide declarar el color de los ojos en un acto que raya derechamente en la discriminación a estos extranjeros que vienen a disfrutar de las bondades de Chile y por lo tanto a dejar divisas que enriquecen al país. Chile es la puerta natural de entrada de Oceanía a América y ante tales aberraciones los turistas procedentes de esa zona del mundo han optado por ingresar a América por Chile, pero no permanecer dentro de nuestro país, fijando como destino final para sus vacaciones a Perú y Argentina principalmente. Me atrevería a decir que para la enorme cantidad de inmigrantes procedentes de los empobrecidos países sudamericanos, principalmente la Venezuela de la llamada revolución bolivariana y que algunos califican como el faro de América, no existen tales restricciones y que si existieran, como por ejemplo solicitar declarar el color de los ojos, el escándalo sería mayúsculo.
En consecuencia y como conclusión, Chile pone altas restricciones a personas provenientes de países con alto poder adquisitivo y que pretenden dejar divisas en nuestro país, como son quienes vienen de Australia y bajas restricciones, como son quienes ingresan por Colchane proveniente de países en situación lamentable como Venezuela. Es decir, Chile se ha transformado en un país con vocación de importación de pobreza.
