Luego de que se decretara por segunda vez en el año la medida en la Región Metropolitana, desde la compañía Ambiente y Tecnología (AYT) comentan que el Polludrone permite medir de manera precisa el dióxido de nitrógeno, ozono y las partículas, que son los contaminantes más comunes.
Pese a las intensas lluvias que han afectado a la Región Metropolitana durante el mes de junio, en las últimas tres semanas se han decretado dos preemergencias ambientales. Esto, debido a las condiciones atmosféricas actuales y proyectadas que se registran en la cuenca de Santiago.
De hecho, el último Informe Mundial de Calidad del Aire, que anualmente elabora la compañía suiza IQAir, vuelve a ubicar a Chile en una delicada posición, dejando a Santiago como la segunda capital latinoamericana con la peor calidad del aire por habitante y 53º a nivel internacional.
Bajo ese contexto en la empresa nacional, Ambiente y Tecnología (AYT) han promovido un monitor de calidad de aire urbano como una de las soluciones a esta problemática. Se trata del Polludrone, dispositivo que está configurado para medir contaminantes específicos en el medio urbano.
“El Polludrone es un monitor compacto de calidad del aire ambiental que se dirige a contaminantes específicos en el medio urbano. Se puede configurar para medir el dióxido de nitrógeno, ozono (entre otros gases) y las partículas, que son los contaminantes más comúnmente medidos en el medio urbano.”, afirma Carlos Saul, gerente general de AYT.
Saul agrega que “ofrece muy precisas a un precio que está muy por debajo del equipo de monitoreo de aire ambiente tradicional. Al mismo tiempo su pequeño tamaño y menor precio permite redes de mayor densidad”.
Ubicado en un gabinete resistente y a prueba de intemperie, el Polludrone incluye un computador incorporado y un completo sistema de software para soporte técnico remoto, administración de datos y análisis.
Finalmente, en la compañía destacan que dentro de sus principales aplicaciones están las redes de monitoreo de aire urbano, redes nacionales de monitoreo del aire, monitoreo a corto plazo de los “puntos calientes”, exposición de la comunidad y evaluaciones de impacto ambiental.
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