Manuel Antonio Matta, gerente general y uno de los tres socios de la compañía Altair que tendrá a su cargo la explotación del proyecto minero “La Farola”, valoró positivamente la visita que han realizado diversos personeros de gobierno y del gremio minero al sector Las Pintadas, en la comuna de Tierra Amarilla, para conocer en terreno y de primera fuente los fundamentos técnicos presentados al Sistema de Evaluación Ambiental para la aprobación de esta iniciativa empresarial que tendrá un costo cercano a los 260 millones de dólares.
Manuel Matta de familia de origen copiapino, por ejemplo la Planta Manuel Antonio Matta de Enami lleva el nombre de su abuelo paterno, entrega efusivamente las ideas que guiaran su gestión en la Farola.
“Lo importante es que logremos que puedan conocer del esfuerzo que se ha realizado por generar control ambiental en el proyecto y del valor que significa desarrollar un proyecto minero de esta naturaleza que, en este caso, se halla en las cercanías de una zona que necesita de un fuerte incentivo económico que se podría traducir en fuertes encadenamientos productivos y en absorción de mano de obra local directa e indirecta”. Este es un modelo de funcionamiento económico que esta siendo muy promovido por el Gobierno de Chile , lo cual pudimos constatar cuando nuestros socios se reunieron con el Ministro de economía Nicolas Grau quien esta apoyando fuertemente iniciativas que incorporen estas componentes virtuosas, acotó el citado empresario.
Cabe destacar que, al margen de las características ambientales del proyecto y sus tipos de depósitos, lo relevante para la zona es que cuenta con un modelo de inversión distinto al que normalmente adoptan las compañías mineras; es decir, buena parte de los costos indirectos que habitualmente quedan en manos de las empresas de ingeniería, serán traspasadas a los empresarios locales, para lo cual contratarán servicios de maestranza de Vallenar, Paipote y Copiapó, con cuyos dueños ya chequeamos la cantidad de estructura, acero y hormigón que pueden trabajar, de tal manera que sea un trabajo directo con las empresas de la zona, evitando dar la vuelta completa por Santiago o por otros proveedores que acostumbran hacer recortes en los costos para aumentar la rentabilidad, en desmedro de los subcontratistas locales que quedan con ganancias mucho menores.
En este sentido, Manuel Antonio Matta resaltó que “nuestra idea es traspasar la mayor cantidad posible de valor a los empresarios locales. Así ganamos nosotros, porque nos sale a precios realistas, y ganan ellos porque quedan con un margen más alto de rentabilidad”.
En su rol de cara visible del proyecto, Matta reconoce estar súper emocionado en sacar adelante su iniciativa. “Lo que podría parecer como una cosa de última hora, es algo que se ha venido desarrollando hace 5 años, con mucho esfuerzo de gente de esta misma zona, empezando por quien habla y mis socios, cuyas familias son de Copiapó. Tenemos un par de profesionales de la Universidad de Atacama apoyándonos y pensamos tener muchos más, ya que sus características de formación los hace muy apropiados para desempeñarse en labores tales como inteligencia artificial, desarrollo y operación remota de proyectos, dando una especial oportunidad a las mujeres”.
¿Cuál sería su mensaje a la comunidad que serán sus vecinos?
“Estamos aquí para trabajar con ellos, nos sentimos integrados aunque de hecho lo estábamos desde antes de tener este proyecto. Nosotros no somos extraños que aparecemos acá de la noche a la mañana, no somos solo ejecutivos, sino que los dueños y estamos dando la cara quienes manejamos las finanzas y el desarrollo del proyecto, por lo tanto, podemos comprometernos con mucha más certeza de hacer cosas que lo que podría hacer un nivel ejecutivo”.
Especial énfasis merece destacar la ubicación del proyecto, situado a 10 kilómetros de Nantoco y a 15 kilómetros de Tierra Amarilla, ya que desde el punto ambiental se podría asegurar, según todos los informes incorporados al SEA, que no debiera existir problemas de contaminación a futuro. “Es más, nosotros en forma voluntaria tenemos operando una estación meteorológica en la escuela de Nantoco, de tal manera de asegurarnos que el sector no reciba polución, en especial los niños que allí estudian. Este monitoreo está funcionando desde hace un mes y se encuentra en linea con el SEA”, concluyó.
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