La plataforma ICONSTRUYE ha dado a conocer un estudio que revela la profundidad de la crisis que enfrenta la industria de la construcción en Chile, es la más severa en tres décadas. El alza en los costos de los materiales, mayores exigencias crediticias, baja confianza empresarial y una economía nacional débil han provocado una disminución del 62% en el inicio de nuevas obras.
El informe InfoConstrucción del primer semestre de 2024 muestra una caída sustancial en el inicio de nuevas obras comparado con el mismo periodo previo a la pandemia. Ignacio Vila, gerente general de ICONSTRUYE, atribuye esta disminución a las estrictas exigencias crediticias y al significativo aumento en los costos de los materiales.
En los primeros seis meses de 2024, se iniciaron en promedio 22,6 obras por mes, similar a las 23 obras mensuales del primer semestre de 2023, pero muy inferior a los 60 proyectos mensuales de 2019. Vila señala que la baja confianza de los empresarios, derivada de la incertidumbre sobre la recuperación económica, está desincentivando nuevas inversiones.
La sobreoferta de stock en edificación habitacional y las dificultades para acceder a financiamiento también están contribuyendo a la paralización de proyectos inmobiliarios privados. Esta situación ha llevado a una reducción en la generación de empleos, con 738.840 trabajadores registrados en el último trimestre móvil de marzo a mayo 2024, una baja de 5.340 puestos respecto del trimestre anterior.
“El aumento de precios y tasas de interés hace que las obras se vuelvan económicamente inviables”, destacó Vila. Añadió que las condiciones desfavorables actuales llevan a que las inmobiliarias decidan esperar o incluso no ejecutar proyectos, resultando en la cancelación de permisos ya otorgados.
El estudio también detalló que el monto promedio por cada orden de compra llegó a $2,39 millones en junio, registrando un alza de 7% respecto a mayo y del 5% sobre el promedio de 2023. En 2019, cada transacción promediaba $1,72 millones.
Respecto a las proyecciones de la industria, Vila mencionó que una posible reactivación de obras podría comenzar el próximo año, ya que “las condiciones de este 2024 ya están establecidas”. Para una recuperación efectiva, es necesario contar con mayores certezas jurídicas para el desarrollo de inversiones, alternativas de financiamiento y mejores tasas que las actuales. Estas medidas son esenciales para aumentar las obras y potenciar la industria de la construcción como generadora de empleo.