Por Ulises Carabantes Ahumada – Ingeniero Civil Industrial – Escritor
Secretario Ejecutivo Corredores Bioceánicos Paso de San Francisco y Paso de Pircas Negras
La semana pasada la Sociedad Nacional de Minería, SONAMI, hizo llegar un documento ante la Contraloría General de la República cuestionando todo el proceso que involucró la venta del 10% de participación de la Empresa Nacional de Minería, ENAMI, a CODELCO.
No es sorpresa el hecho que la principal organización gremial que aglutina a los productores mineros de Chile, a gran, mediana y pequeña escala, cuestione el proceder del Gobierno en esta materia en particular ni en como conduce la agenda minera en general.
En lo concreto, la SONAMI solicitó a la Contraloría General de la República cuestiona la legalidad de la venta de la participación de la ENAMI en Quebrada Blanca, solicitando al organismo contralor revisar tal situación. A través de su Presidente, Jorqge Riesco Valdivieso, la SONAMI solicitó que se efectúe una revisión y análisis de la legalidad del referido negocio. SONAMI argumenta que quienes conducen a la ENAMI y CODELCO han olvidado u obviado su condición de empresas públicas, actuando como empresas privadas sin la obligación de cumplir con los deberes que tienen todas las instituciones del Estado en lo que concierne a la obligación de operar con transparencia y divulgando los motivos que justifican sus decisiones. Muy por el contrario, la ENAMI y CODELCO actuaron en este negocio esgrimiendo un carácter secreto, confidencial o reservado de las negociaciones que tuvieron como resultado que la primera traspasara a la segunda su importante participación accionaria en Quebrada Blanca y las discusiones y acuerdos que tomaron también fueron tratadas bajo el mismo criterio, es decir, secreto.
El requerimiento hecho llegar por la Sociedad Nacional de Minería a la Contraloría General de la República, también hace mención a que el análisis económico y patrimonial del referido negocio entre ambas empresas del Estado ha constituido un pésimo negocio para la ENAMI, como así también un grave perjuicio patrimonial para esta empresa del Estado. Es necesario tener presente que el año recién pasado Teck inauguró el proyecto de expansión de Quebrada Blanca, llamado QB2; el que involucró una inversión de ocho mil setecientos millones de dólares, proyecto que tiene una vida útil de 27 años. Esta misma empresa, Teck, en el marco de la discusión del royalty minero, informó que ENAMI recibiría por su 10% en Quebrada Blanca dividendos cercanos a mil novecientos millones de dólares. Como contrapartida a esta información, es necesario tener presente que el negocio entre ENAMI y CODELCO, con la anuencia del Gobierno, consideró la decisión de vender el activo de ENAMI en Quebrada Blanca en sólo quinientos veinte millones de dólares, es decir, un poco más del 25% de los ingresos futuros que tendría ENAMI si mantenía su participación en Quebrada Blanca. Esta evidente decisión en desmedro de la Empresa Nacional de Minería, la ha justificado el Ministerio de Minería por la necesidad de sumar recursos a la caja de la ENAMI. No obstante, el monto de la venta acordado, es decir, 520 millones de dólares, no alcanzará para pagar toda le deuda de la ENAMI. De acuerdo con la presentación hecha por la SONAMI a la Contraloría, esto demuestra que la administración de la ENAMI “ha renunciado a su deber de maximizar los ingresos para ENAMI, ha preferido un ingreso inmediato de US$520 millones en vez de un ingreso futuro estimado, por su mismo vicepresidente ejecutivo, de US$2.000 millones”.
La Sociedad Nacional de Minería argumentó también en su presentación la existencia de inhabilidades en el directorio de la ENAMI para tomar la decisión que se tomó con evidente perjuicio para esta empresa del Estado que es en sí una política pública de fomento del negocio minero a pequeña y mediana escala.
Como una forma de tener otras opiniones técnicas, este columnista contactó a un especialista en valoración de depósitos y proyectos mineros, el doctor Manuel Viera Flores, ingeniero civil de minas de prestigio internacional, actual presidente de la Cámara Minera de Chile. De acuerdo con lo indicado por el Dr. Viera, internacionalmente se considera como la metodología correcta para valorar un activo minero es el código VALMIN australiano, el que es un código ISO, no habiéndose utilizado esta metodología. De acuerdo con Viera el proceso de valorización del activo de la ENAMI en Quebrada Blanca debió hacerse considerando opciones de oferta reales y análisis de riesgo, lo que no se efectuó, lo que obviamente le quitó transparencia al negocio, además de dañar en forma evidente y considerable el patrimonio de la ENAMI. De acuerdo con información recibida por Viera desde el sector privado, una cifra que con toda facilidad se pudo recibir en ENAMI por su activo en Quebrada Blanca es del orden de 850 millones de dólares, es decir, sobre el 60% de lo que pagó CODELCO a la ENAMI.
Finalmente, es importante recalcar que el Sindicato N° 1 de la cerrada Fundición Hernán Videla Lira manifestó su preocupación a través de una declaración pública por el negocio que se ha concretado y que ha sido un motivo más de alta preocupación por el evidente desmedro que ha significado para la Empresa Nacional de Minería.