Dr. Danilo Leal Moraga, director Magíster en Ciencias de la Computación & Magíster en Ingeniería Informática U. Andrés Bello; presidente Comisión Ciencia de Datos Colegio de Ingenieros, Zonal Valparaíso.
En el contexto del caso audios, donde se discuten intensamente las medidas para mejorar la ética profesional y la calidad en diversas áreas, surge la iniciativa de algunos diputados sobre la obligación de que los profesionales deban pertenecer a un Colegio Profesional. Esta propuesta no solo se enmarca en la necesidad de regular y supervisar la práctica de la profesión, sino también en la lucha por fortalecer los estándares éticos y profesionales que deben regir a las distintas disciplinas.
La idea planteada en una columna anterior sobre el registro nacional de ingenieros serviría como una herramienta fundamental para garantizar que quienes ejercen la ingeniería en Chile estén adecuadamente capacitados y comprometidos con los principios éticos que requiere la profesión. Tal registro permitiría a las autoridades y al público en general conocer quiénes son los profesionales que se desempeñan en esta área, sus especializaciones, experiencia, y si han incurrido en alguna falta ética o profesional que les impida ejercer. Esta medida, alineada con la iniciativa que busca colegiar todas las profesiones en Chile para combatir las faltas a la ética, refuerza la idea de la inhabilidad como sanción efectiva.
En el caso de los ingenieros, un registro nacional puede ofrecer un nivel de transparencia que hasta ahora no se ha visto en el país que permita no solo el monitoreo de las credenciales y el comportamiento ético de sus profesionales, sino también la mejora continua a través de la actualización constante y la formación continua.
El establecimiento de un registro nacional de ingenieros no solo beneficiaría a los profesionales, sino también a la sociedad en su conjunto. Un sistema de registro obligatorio permitiría a las empresas y entidades públicas tener acceso a información verificada sobre los ingenieros que desean contratar o colaborar, aumentando la seguridad y la confianza en los proyectos. Esto es particularmente relevante en sectores críticos como la construcción, la minería, la energía, las telecomunicaciones, y uno de los temas preocupantes para el futuro, el desarrollo de la inteligencia artificial, donde el trabajo de los ingenieros tiene un impacto directo en la seguridad y el desarrollo del país.
Asimismo, el registro contribuiría a fomentar la competitividad y la innovación. Al saber que están siendo supervisados y que cualquier acción incorrecta podría ser penalizada con la inhabilidad para ejercer, los ingenieros se verían motivados a mantener altos estándares de calidad y ética en su práctica profesional.
La necesidad de un registro nacional de ingenieros en Chile también es un llamado a la acción para las autoridades y los gremios profesionales. Implementar esta medida requeriría un esfuerzo conjunto entre el Estado, los colegios profesionales, las universidades y los propios ingenieros para establecer criterios claros y mecanismos de fiscalización adecuados. Sin embargo, los beneficios a largo plazo superan con creces los desafíos iniciales.
Un registro no solo facilitaría la identificación de profesionales que cumplen con los estándares exigidos, sino que también contribuiría a erradicar el ejercicio ilegal de la ingeniería, lo cual, en última instancia, protegería a la ciudadanía y garantizaría un nivel de calidad y seguridad acorde con las necesidades del país.