Estudio del Instituto de Salud Pública UNAB e Ipsos Chile revela que más del 60% de los encuestados considera fácil obtener una licencia médica sin justificación de salud. La percepción es más alta que en Santiago y el Gran Valparaíso.
Datos preocupantes sobre la facilidad de acceso a licencias médicas y la percepción de fraude en torno al tema evidencia la Encuesta Nacional de Salud 2024 en el Gran Concepción. El estudio realizado por el Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, en colaboración con Ipsos Chile arroja que un 63% de los encuestados considera que es fácil obtener una licencia médica a través de un médico conocido, lo que representa un 6% más de lo medido en Santiago y 5% más de lo registrado en el Gran Valparaíso.
La percepción de facilidad para obtener una licencia médica, sin justificación de salud, varía, además, según el método: un 61% considera fácil comprarla directamente a médicos que se dedican a esta actividad, un 53% opina que es sencillo adquirirla a través de internet, y un 47% dice que es posible obtenerla en una consulta de un médico o centro médico sin estar enfermo.
Los datos reflejan que el 63% de la población considera que la formación de empresas falsas para la venta de licencias médicas es una práctica muy o medianamente frecuente, 9 puntos por sobre los resultados en el Gran Valparaíso y 1% más que en la Región Metropolitana. Esta percepción es aún más pronunciada entre las personas de 61 años o más, alcanzando un 71%.
Héctor Sánchez, director ejecutivo del Instituto de Salud Pública UNAB detalló que este estudio se realizó a su vez en Santiago y Viña del Mar, sin embargo, es en el Gran Concepción donde se registra la percepción más alta respecto del tema. “Es evidente que las prácticas fraudulentas han permeado el sistema de salud de la región. Esta percepción no solo afecta la confianza en el sistema, sino que también repercute en la economía regional al incrementar el ausentismo laboral y la baja en la productividad y crecimiento económico y en el alza de los costos de los planes de salud en Isapres y mayor gasto fiscal en Fonasa”, analizó.
El estudio evidenció, además, que un 44% de los consultados en el Gran Concepción conoce a alguien que ha obtenido o comprado una licencia médica sin estar enfermo. A pesar de esto, un 72% considera que, aunque esta práctica no sea aceptable, no constituye un delito. Sin embargo, un 27% sí lo califica como un delito que debería ser castigado. Sánchez destaca que estos resultados confirman que el abuso y fraude en el uso de licencias médicas es un problema que se ha normalizado por lo extendido del mismo y porque la gente lo considera solo una falta y no un delito contra la seguridad social, el cual no se resolverá solo con más multas y castigos si no que se requieren cambios más profundos institucionales y de procedimientos, que las propias personas manifiestan su conformidad en llevarlos a cabo.
Consecuencias en el sistema
De acuerdo con el informe, el aumento en la obtención fraudulenta de licencias médicas ha tenido un impacto significativo en el sistema de salud. Según el estudio, el 67% de los encuestados en la Región de Concepción reconoce que estas prácticas tienen consecuencias, como el encarecimiento de los planes de salud y la disminución de la productividad en instituciones públicas y privadas. Asimismo, el 74% considera que el problema financiero derivado de este aumento es un tema importante para los sistemas de salud como Fonasa e Isapres.
En este sentido, agregó Sánchez, “urge implementar reformas que no solo fortalezcan la regulación y el control, sino que también promuevan un cambio cultural que valore la integridad y la justicia en el uso de estos beneficios”. El representante del ISP UNAB, detalló que existen propuestas de reforma para mejorar el sistema de licencias médicas en Chile.
Entre las medidas con mayor apoyo se encuentran aumentar las sanciones a los médicos que emiten licencias médicas falsas (86%), establecer que solo los médicos tratantes puedan emitir licencias (79%), y solicitar el cumplimiento de protocolos clínicos y la entrega de informes para justificar las licencias médicas (82%). “A medida que estas reformas son discutidas y potencialmente implementadas, es fundamental considerar el impacto a largo plazo en el sistema de salud y la necesidad de un cambio cultural que desincentive el uso fraudulento de las licencias médicas”, enfatizó.