Matías Villarroel Vera
Académico Tecnología Médica
Universidad Andrés Bello
En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha cambiado la manera en que se analizan las imágenes médicas, sobre todo a partir de la pandemia de COVID-19. Durante la emergencia sanitaria, la IA demostró ser una herramienta clave para agilizar los diagnósticos y mejorar la eficiencia de los sistemas de salud. Esto ha llevado a una adopción acelerada en hospitales y clínicas de todo el mundo.
Uno de los principales avances ha sido el desarrollo de programas de IA capaces de analizar exámenes imagenológicos tales como radiografías, tomografías y resonancias magnéticas con un alto nivel de precisión. Durante la pandemia, estos sistemas se enfocaron en detectar signos de neumonía causada por COVID-19. Sin embargo, con el tiempo, su aplicación se ha extendido para ayudar a diagnosticar enfermedades pulmonares crónicas, patologías cardiovasculares, cáncer y trastornos neurológicos.
Un factor importante para la aceptación de estas herramientas ha sido la mejora en su transparencia. Antes, los profesionales de la salud dudaban de los resultados porque los algoritmos funcionaban como una «caja negra» sin explicaciones claras. Ahora, nuevas técnicas permiten visualizar qué partes de una imagen influyeron en la decisión de la IA, lo que ha aumentado la confianza en su uso y facilitando su integración en la práctica clínica.
También ha sido muy importante el acceso a grandes cantidades de datos médicos anonimizados, lo que ha permitido entrenar sistemas más precisos y eficaces. Sin embargo, esto también ha generado preocupaciones sobre la privacidad de los pacientes y la equidad en el acceso a estas tecnologías.
El impacto de la IA en el análisis de imágenes médicas no solo se refleja en la precisión de los diagnósticos, sino también están optimizando los flujos de trabajo en los centros de salud. Gracias a estas herramientas, los médicos radiólogos pueden reducir el tiempo que dedican a analizar estudios imagenológicos, lo que les permite brindar resultados más rápidos y exactos, además esta tecnología permite priorizar casos con patologías de urgencia, lo que permite tratamientos oportunos a los pacientes.
El futuro de la IA en el área de análisis médica y en el área de salud en general, es prometedor. Se espera que siga evolucionando para hacer los diagnósticos más rápidos, precisos y accesibles. Además, la combinación de tecnología e intervención humana continuará fortaleciéndose, permitiendo una atención médica más personalizada para cada paciente. Aunque la IA no reemplazará a los médicos, será un apoyo esencial para mejorar la calidad y el acceso a la salud.
A medida que estas tecnologías sigan desarrollándose, también surgirán nuevos desafíos. Será necesario garantizar que los profesionales de la salud reciban formación adecuada para utilizar estas herramientas de manera efectiva. Asimismo, se requerirán regulaciones claras para definir cómo y hasta dónde puede llegar la IA en la atención médica, asegurando un uso ético y transparente de esta tecnología en beneficio de todas las personas.