Guillermo Cortés Lutz
Doctor en Historia
GEA Atacama
El Lebensraum o espacio vital, fue un concepto geo político, de marcado sesgo imperialista, acuñado en el siglo XIX por el etnógrafo Federico Ratzel, y lo definió como un espacio humano necesario para el desarrollo de una sociedad. Esta idea geopolítica fue recogida por el Segundo Reich alemán y fue profundizada durante la primera guerra mundial en el denominado; “ programa de septiembre”, que era la expansión militar a una franja polaca, como también a algunos territorios de Francia y Bélgica, los que serían anexados, y otros al este se establecerían como una especie de estados vasallos.
Pero, sin duda fue en el periodo del Nacismo, bajo el liderazgo de Adolfo Hitler, cuando el LEBENSRAUM, se desplegó en toda su perversidad. Comenzó pidiendo, notificando al mundo que necesitaba pequeñas concesiones territoriales, pero su objetivo esta vez no era solo anexar territorios, sino que construir un imperio que llegara hasta los mismos Montes Urales ( interior de Rusia), deportando para ello a 30 millones de personas, esclavizando otras tantas y de paso asesinando más de 8 millones judíos hombres y mujeres, convirtiendo su gobierno en un ejercicio de racismo extremo, un gobierno déspota y totalitario, y su führer un líder violento, impetuoso, vociferante, sin respeto por la democracia, que arrastro a gran parte del mundo a una guerra, cuyo resultado fueron 50 millones de seres humanos muertos y asesinados. Seguramente concordaran conmigo la mayoría de las y los historiadores, que políticamente este tipo de gobiernos eran y son de filiación ultraderechista.
Tal vez, por ello Marco Tulio Cicerón , en su obra, De Oratore, acuñó la frase, Historia Magistra Vitae, La historia es maestra de la vida, pero, lamentablemente pareciera que los seres humanos no aprendemos fácilmente, es así como hoy nos acercamos nuevamente de forma peligrosa a nuevos y agitados Lebensraum.
Hoy el presidente de estados unidos está demandando, informando al mundo, sin ningún respeto, que un país libre como Canadá, debe ser anexado sin más a Estados Unidos, como el estado 51 . También ha amenazado a Panamá, país dueño del canal que conecta los dos grandes océanos, Pacifico y Atlántico, advirtiéndoles amenazadoramente que el canal podría ser nuevamente será controlado por USA, sin descartar para ello el uso de la fuerza. Como si todavía faltara espacio Vital, Trump, ha reiterado su deseo de anexar a Groenlandia, y lo quiere hacer realidad “de un modo u otro”, según ha dicho desde Washington D.C., la periodista Macarena Vidal Liy del diario El País. Pero, esto no concluye aquí, el Golfo de México, que desde aproximadamente desde el año 1540, se le denomina así, y hoy existe un consenso internacional como Golfo de México, pero nuevamente nos informó que pretende cambiar su nombre por Golfo de América, pero de su América. Hoy día el Líder ha declarado una guerra comercial a todo el mundo, con subidas de impuestos en porcentajes inauditos, y lo hace desde un posición dominante, lejano a los principios de la cooperación multilateral.
Lamentablemente a este liderazgo populista y violento le han surgido imitadores de menor monta, seguidores, que han conformado gobiernos ultra autoritarios, denominados libertarios, y que son igual de vociferantes, con discursos de odio e insensible socialmente, como Javier Milei, violentos y castigadores, como Nayib Bukele, o el ultra violento ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que ahora enfrenta a la justicia por sus crímenes. Pero, sin duda la lista de liderazgos políticos ultraconservadores y neofascistas seguidores del nuevo emperador es preocupante, y también lo podría ser para Chile.
Ojalá que nuestros ciudadanos y ciudadanos de forma reposada puedan nuevamente volver a leer la historia del mundo, que el conocer el pasado, nos permita comprender críticamente este nuevo mundo, y entender que los neo fascismos, los libertarios, los ultra derechistas, fueron, son y serán un peligro para la paz, el crecimiento y desarrollo de la sociedad , de la vida humana y de nuestro planeta.