Por Daniela Salgado Robles, académica de Derecho de la Universidad Central Región de Coquimbo.
La utilización de niños, niñas y adolescentes en situaciones que los exponen a riesgos y afectaciones de su bienestar físico, mental, social, educacional son indiscutiblemente vulneraciones a sus derechos fundamentales.
Expresiones actuales de tales vulneraciones son visibles en el trabajo forzado, explotación sexual y captación para fines delictivos de organizaciones criminales que valiéndose de su corta edad, inimputabilidad penal y sobretodo, vulnerabilidad social se han instalado como un problema global, a partir de factores comunes como la pobreza, desigualdad, limitaciones de acceso a educación, salud, entre otros y ciertamente la ineficiente protección legal que no otorga en la práctica la debida protección y garantía de sus derechos.
La Ley de Garantías de la Niñez en Chile, representa un avance en el reconocimiento de los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho, sin embargo, no está desprovista de críticas en cuanto a la lentitud y gradualidad de su implementación, financiamiento y recursos insuficientes, complejidades en los procedimientos administrativos, falta de claridad en el rol que juegan las oficinas locales de la niñez, entre otros.
La efectividad de la ley dependerá de su adecuada implementación, la asignación de recursos suficientes y la coordinación entre todos los actores involucrados, para abolir la esclavitud infantil que afecta hoy a nuestros niños y que continuará afectándoles si en el corto plazo no se adoptan las medidas necesarias.
A los legisladores vaya la invitación a dejar de lado las propuestas populistas de rebaja de edad para determinar la responsabilidad penal adolescente, o elevar las penas de los infractores de ley juvenil. Es necesario erradicar las causas que provienen desde el mundo adulto, a partir de la falta de oportunidades educativas, sociales y económicas, entre otras.
No castiguemos más a nuestros niños, niñas y adolescentes, no los hagamos esclavos también de un sistema llamado a protegerlos.