Kurt Iturrieta Guaita
Director Regional
SERNAC Atacama
Hace unos años atrás, los bancos tenían permitido legalmente ofrecer distintos productos financieros a estudiantes de educación superior en universidades e institutos.
De esta forma, los alumnos entre 18 a 29 años y sin ingresos propios, podían contar con instrumentos como cuentas vistas, corrientes, tarjetas de débito, líneas de crédito, entre otros.
En ese entonces, el SERNAC realizaba diversos informes y radiografías sobre esta temática, dada la importancia de la Educación Financiera y sus riesgos en esa etapa de la vida estudiantil.
Pero la ley cambió. El Reglamento de Análisis de Solvencia Económica e información a los consumidores y la Ley del Consumidor, prohibieron ofrecer la contratación de productos de crédito que no tengan relación con el financiamiento de la prestación de servicios educacionales y a la publicidad o marketing de los mismos.
Por ello, tras una fiscalización en terreno realizada por el SERNAC en universidades de diversas capitales regionales del país, presentó denuncias judiciales contra Banco Santander y Banco Itaú, tras constatar que estas entidades ofrecen y publicitan tarjetas de crédito y cuentas corrientes al interior de los campus educacionales.
Este tipo de ofrecimientos, dirigidos a estudiantes jóvenes sin ingresos estables, los expone a endeudamientos tempranos y riesgos financieros graves, incluso antes de iniciar su vida profesional.
El SERNAC considera que este tipo de conductas no sólo vulneran la ley, sino también la confianza que debe existir entre las personas consumidoras y las instituciones financieras.
El Servicio solicita a la justicia la aplicación de las máximas multas a Banco Santander y Banco Itaú, las cuales pueden llegar a las 1.500 UTM (más de $100 millones).
Además, a través de esta denuncia se busca que estas entidades terminen definitivamente con este tipo de prácticas, que la ley prohíbe expresamente si no están ligadas al financiamiento educacional.
Tener un mercado competitivo, pero a la vez transparente, y especialmente respetuoso de los derechos de los consumidores, requiere que cada día las empresas sean más profesionales y respeten estrictamente las diferentes normas que las regulan, para entregar mejores servicios a los consumidores.
Por otro lado, es importante que la ciudadanía conozca sus derechos, pues le permite ejercerlos cuando sienten que han sido vulnerados, reclamando y exigiendo a las empresas soluciones cuando se presenta un problema.