Héctor Barreto: El amado de los dioses 

Señor Director:

Hace ochenta y nueve años –el 23 de Agosto de 1936–, murió en oscuras circunstancias, el más grande de los cuentistas de la literatura nacional: Héctor Barreto (10 de Febrero de 1917 – 23 de Agosto de 1936).

Artista genial, Barreto devino en una figura-símbolo de la Generación del 38. Dejó a sus diecinueve años una indeleble impronta en aquellos que lo conocieron y por cierto, en los poquísimos que hemos conocido sus “historias ociosas” y a la Generación del 38 –a esos ya lejanos amigos, Fernando Marcos, Omar Cáceres, Jaime Rayo, Santiago del Campo, el Tigre René Ahumada, Guillermo Anuar Atías, el loco Alfredo Irizarri, el poeta cojo Julio Molina Müller, el Pontífice de la lengua Homero López, Víctor di Biaggio Schroeder –aliasCarecachimba– y a Miguel Serrano–.

Ellos son parte de la patria mítica y mística –el Chile verdadero– sumergidos en la actualidad en la luz de la tierra –en el Doble Astral– porque son incompatibles con los descastados que hoy la habitan y destruyen.

Ellos volverán, en el Eterno Retorno, al Santiago Mágico, a nuestra antigua ciudad, recorriendo nuevamente en esos atardeceres de fuego y de sombras crepusculares, San Diego, Tarapacá, Blas Cañas y Lira –donde se encuentran los rieles “más bellos del mundo” que conducen a la inaccesible Ciudad de los Césares–, entregando una vez más por medio del arte y la poesía, lo único que trasciende: La luz de la vida.

Hoy recordamos todo, en un nuevo aniversario de la partida de Héctor Barreto –el amado de los dioses–, perpetuando su memoria.

Rafael Videla Eissmann

Síguenos en facebook

Comparte

Facebook
Twitter
WhatsApp
error: Contenido protegido!!!