El 72% de los colaboradores lo confirma: celebrar juntos fortalece la cultura organizacional

Las celebraciones en el entorno laboral tienen un efecto directo en la motivación y la cohesión. De acuerdo con un estudio de Vorecol, integrar tradiciones locales en las organizaciones puede aumentar hasta en un 30 % la motivación de los equipos, reforzando el sentido de pertenencia y la colaboración.

En Chile, las Fiestas Patrias se han transformado en una de las instancias más representativas para promover estos vínculos. Más allá de la conmemoración histórica, en el ámbito organizacional se convierten en espacios de integración que permiten que los equipos se conozcan en un contexto distinto al laboral, generando confianza, respeto y cercanía.

Diversos análisis en gestión de personas coinciden en que estas actividades tienen un impacto positivo en el clima organizacional. Un estudio de Adecco reveló que el 72 % de los colaboradores considera que las celebraciones fortalecen las relaciones laborales y promueven un mejor ambiente de trabajo. Esto confirma que no se trata solo de festejar, sino de generar capital cultural compartido.

En esta línea, Sermaluc ha incorporado las Fiestas Patrias como parte de su estrategia de cultura y bienestar. La empresa entiende que estas fechas no solo son un hito nacional, sino también una instancia para reforzar la integración de los equipos, transmitir valores organizacionales y promover un ambiente laboral positivo y colaborativo.

Los espacios festivos también son claves para el bienestar. Permiten que los trabajadores se relajen, compartan y se conecten desde lo humano, potenciando tanto la motivación como el compromiso. “Cuando vivimos juntos nuestras tradiciones, la colaboración y el respeto se materializan en experiencias que fortalecen el tejido interno”, explicó Luis Malca, Gerente de Gestión de Personas de Sermaluc.

Además de fortalecer los lazos, estas instancias transmiten aprendizajes y valores organizacionales. Al compartir una celebración nacional, se recuerda que el éxito colectivo depende tanto de los resultados como de los vínculos humanos. “Las Fiestas Patrias son esas ocasiones que, ya casi de forma intuitiva, unen a la gente en memorias compartidas que refuerzan la cultura incluso en tiempos difíciles”, agregó Malca.

Con el paso del tiempo, estas experiencias quedan en la memoria colectiva como símbolos de pertenencia. Este tipo de prácticas generan identidad organizacional, orgullo de pertenencia y resiliencia frente a los desafíos, factores fundamentales para sostener equipos cohesionados y comprometidos con el propósito común.

Por eso, cada celebración puede ser entendida como una herramienta estratégica. “Celebrar juntos es también un acto de cohesión práctica: derriba distancias, une equipos y entrega un rostro humano a nuestra cultura hacia el futuro”, destacó Luis Malca.

En definitiva, las Fiestas Patrias no son solo una pausa en la rutina laboral: representan una oportunidad única para fortalecer la cultura organizacional, transmitir valores y consolidar vínculos que se proyectan en el largo plazo.

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