Trabajo de casa particular: El desafío de un Trabajo Decente

Por Paulina Urizar López, directora regional de Instituto de Seguridad Laboral de Atacama

Cada 21 de noviembre conmemoramos en Chile el Día Nacional de las Trabajadoras y Trabajadores de Casa Particular, una fecha que nos permite no solo a reconocer la enorme contribución que realizan miles de mujeres a diario, sino también a reflexionar sobre las condiciones en las que desarrollan su labor y los desafíos que aún persisten para garantizar su bienestar y dignidad.

El trabajo doméstico remunerado ha sido históricamente un pilar invisible de nuestra sociedad. Las trabajadoras de casa particular hacen posible que otras personas puedan desarrollar sus actividades, sosteniendo el funcionamiento de los hogares y contribuyendo, desde lo íntimo, al equilibrio social y económico del país. Sin embargo, esta tarea, que exige tanto física como emocionalmente, sigue estando marcada por la desvalorización y la precariedad, producto de estructuras culturales que han naturalizado la división sexual del trabajo.

En este contexto, el Instituto de Seguridad Laboral (ISL) asume un rol clave en la protección y promoción de la salud laboral de estas trabajadoras. Nuestra labor se centra en acompañarlas de manera cercana, entregando orientación, herramientas y conocimientos que les permitan prevenir riesgos, mejorar sus condiciones de trabajo y fortalecer su bienestar integral. Desde el ISL entendemos que cuidar su salud y seguridad es también una forma de reconocer el valor de su aporte cotidiano al país.

Las acciones de capacitación y sensibilización que impulsamos buscan avanzar hacia el ideal de Trabajo Decente, promovido por la Organización Internacional del Trabajo. Esto significa garantizar que cada relación laboral se base en la igualdad, la libertad y la dignidad humana. El trabajo de casa particular no puede seguir siendo entendido como una extensión del ámbito doméstico, sino como una profesión que merece pleno respeto, estabilidad y protección social.

Nuestro compromiso es permanente: continuamos fortaleciendo las instancias de prevención, capacitación y acompañamiento, con el objetivo de que cada trabajadora conozca sus derechos y cuente con las condiciones necesarias para desempeñarse con seguridad y confianza. Proteger su salud física y mental es un paso esencial para avanzar hacia una sociedad más justa e inclusiva.

En este Día de las Trabajadoras y Trabajadores de Casa Particular, reafirmamos desde el ISL nuestro compromiso con su seguridad, salud y bienestar. Porque cuidar a quienes cuidan es un deber ético y social que nos involucra a todas y todos.

El desafío es seguir construyendo un país donde ninguna trabajadora o trabajador quede fuera del derecho a un trabajo decente y seguro, y donde cada labor -sin importar el espacio donde se realice- sea reconocida en su justo valor.

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