Y se nos fue un año convulsionado, quizás uno de los más complicados en los últimos tiempos, con pestes, radicalización política, bajas en la economía, muertes y destrucción en la zona de la Araucanía y la expansión de las drogas haciendo de las suyas en todo el territorio, como muestra de lo que fue la tónica en este año que dijo adiós.
En lo político, a nivel nacional, no hay duda que la pauta la marcó la cuestionada instalación de la Convención Constitucional que deberá elaborar la nueva Carta Magna del país y, al mismo tiempo, se sumó el proceso de la elección presidencial que tuvo primarias sectoriales hasta llegar a la dirimente entre Boris y Kast que terminó con la elección del primero como nueva primera autoridad de la Nación.
En lo sanitario, ni hablar de la expansión del corona virus que, a pesar de la inoculación con tres dosis a casi el 80 por ciento de la población nacional, aún continúan los efectos en el número de contagios, poniendo en tela de juicio su efectividad para combatir esta pandemia y, al mismo tiempo, dando fuerza a los argumentos de los movimientos antivacunas, quienes arguyen que se trata solo de una vacuna “experimental”.
En Atacama se procedió a la elección del nuevo gobernador Regional, Miguel Vargas Correo, y a la elección de los diputados que nos representarán en la Cámara Baja, destacando la elección por primera vez del ex alcalde de Vallenar Cristian Tapia y la ratificación de Jaime Mulet, Daniela Cicardini, Juan Santana y Sofía Cid. Asimismo, no dejó de llamar la atención el segundo rechazo consecutivo que recibió el candidato comunista Lautaro Carmona, quien sin vivir en Atacama pretendía representar a la región y eso la gente lo tenía bastante claro, al parecer.
En este ámbito, también cabe destacar la elección del cuerpo de consejeros regionales que tendrá la misión de dar vida al “nuevo” Gobierno Regional de Atacama, encabezado por el gobernador regional.
Los casos de femicidio, los accidentes vehiculares con resultados de pérdida de vidas humanas y la triste y dolorosa muerte de un joven tierramarillano a causa de las mordeduras de tres perros pitbull también llenaron páginas de los medios escritos, radiales y televisivos de la región en la última parte del año.
Por todos los medios se ha dicho que el 2022 será un año crítico en lo económico, no sólo por las dudas que plantea el nuevo gobierno, sino también por las consecuencias de la economía mundial; por eso, algunos proyectos mineros se han mantenido statuo quo, lo mismo que iniciativas del retail… El sector permanece “al aguaite”, esperando ver primero cómo se perfila el gobierno de Boric, lo que de alguna manera genera inquietud en el sector laboral, ante una posible recesión económica, como lo han dicho los mismos expertos en economía.
Es de esperar que a este próximo gobierno le vaya bien durante el 2022, porque -aunque parezca clisé- si a Boric y compañía les va bien, al resto de los chilenos también tendría que irnos de la misma forma y eso es reconfortante, en medio de un panorama mundial no muy alentador.
Tierramarillano Chile