El instrumento elaborado por el Centro AGRIMED de la Universidad de Chile, y apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria, busca que agricultores y productores, inversionistas, investigadores y asesores, y diseñadores de política pública, dispongan de información agroclimática, tanto de la situación actual como de escenarios proyectados para estos territorios. Además, se visitó al CEZA para conocer su experiencia de innovación y dos proyectos FIA, instancia en que se homenajeó a Nicolás Franck, por su trayectoria e importante contribución a la investigación agrícola en la región de Coquimbo.
Considerado como uno de los instrumentos más completos que proporciona información agroclimática detallada y escenarios de cambio climático del siglo XXI, para dimensionar los efectos que este fenómeno está ocasionando en nuestra agricultura y lo que podría afectar, positiva o negativamente, en el futuro, se lanzó recientemente el Atlas Agroclimático de Chile del siglo XXI, Tomo II, correspondiente a las regiones de Atacama y Coquimbo. La ceremonia se llevó a cabo en Ovalle, en la sede de la Universidad de La Serena, y fue presentado al seremi de Agricultura de la región de Coquimbo, Andrés Chiang, y por la directora ejecutiva de FIA, María José Etchegaray.
La iniciativa fue apoyada por el ministerio de Agricultura a través de FIA y llevada a cabo por un grupo profesional liderado por el profesor Fernando Santibáñez, director del Centro AGRIMED de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile.
Aparte de este tomo II, el Atlas Agroclimático consta de otros cinco: Tomo I correspondiente a las regiones de Arica y Parinacota, Antofagasta y Tarapacá; Tomo III las regiones de Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins y Maule; Tomo IV las regiones de Biobío y La Araucanía; Tomo V las regiones de Los Ríos y Los Lagos; y Tomo IV las regiones de Aysén y Magallanes.
Este instrumento es único en Latinoamérica y no se conoce uno similar en el continente. Lo relevante es que es de acceso público y cualquier persona, tanto como agricultores, productores, inversionistas, investigadores y asesores, y diseñadores de política pública, van a poder disponer de información agroclimática, tanto de la situación actual como de escenarios de cambio climático proyectados, para mejorar la toma de decisiones.
El Seremi de Agricultura Andrés Chiang, manifestó que “Este atlas agroclimático es un apoyo sustancial para la agricultura. Estamos pensando en cómo los agricultores deben planificar la agricultura, cómo deben mutar e ir cambiando algunos rubros; por ejemplo con lo que ha pasado en la región con ciertos frutales, que tienen mejor relación agua superficie, este atlas nos permitirá saber cuáles son los lineamientos que debemos seguir como región, en cómo debemos aumentar la capacidad de acumulación de agua, la forma de distribuirla y la eficiencia de aplicación. Generalmente en la región de Coquimbo el agua se acumulaba en las cordilleras, y hoy en día, el agua va caer en forma líquida de forma impredecible, y tener capacidad de acumular esa agua, puede ser clave para mantener la agricultura de vanguardia en la región de Coquimbo y también en Atacama.”
Con respecto al Tomo II del Atlas Agroclimático, el profesor Fernando Santibáñez explicó que, “las tendencias que ha mostrado el clima en las últimas décadas son claras y concretas. El desierto de Atacama se desplaza ligeramente hacia el sur, haciendo bajar los montos de precipitación en gran parte de la zona central, especialmente en la costa. En la región de Coquimbo la precipitación bajó en alrededor de 30% en el último siglo y se espera que esta tendencia se mantenga, provocando una nueva perdida de similares proporciones dentro del siglo XXI”.
FIA, en tanto, ha visto que la innovación puede jugar un papel importante en este contexto de cambio climático. A través de sus Programas de Innovación en Adaptación al Cambio Climático y Gestión de Riesgos Agroclimáticos, generó diferentes instrumentos que permitieron impulsar este tipo de iniciativas, de manera de enfrentar de mejor forma los desafíos a los cuales se enfrenta el sector agropecuario y forestal con motivo de los cambios en el comportamiento del clima y la presencia creciente de eventos climáticos extremos como heladas, lluvias extemporáneas, sequías, granizos, entre otros.
“Lo importante de este tipo de herramientas, como lo es el Atlas Agroclimático, es que permiten que distintos actores del sector tomen buenas decisiones para reducir al máximo los riesgos asociados a los cambios conductuales del clima. Es por ello que debemos entregar a los agricultores y productores, inversionistas, investigadores y asesores, y diseñadores de política pública, herramientas para monitorear dichos cambios, y proyectar su condición y efectos futuros”, sostuvo la directora ejecutiva de FIA, María José Etchegaray.
El Atlas proporciona una visión detallada, y actualizada, con un alto nivel de resolución de 1 km2 sobre el conjunto del territorio nacional. El acceso a este instrumento es de forma pública y se podrá acceder a él próximamente por medio de su versión digital, a través de los sitios web de Centro AGRIMED, www.agrimed.cl y en el sitio del Observatorio para la Innovación Agraria www.opia.cl
Cambio climático en la región de Coquimbo
Luego del lanzamiento del tomo II del Atlas Agroclimático de Chile, la directora ejecutiva de FIA visitó las instalaciones del Centro de Estudios de Zonas Áridas de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile (CEZA), para seguir profundizando sobre los temas relacionados con los efectos que está generando el cambio climático en el territorio de la región de Coquimbo.
El objetivo fue ver los avances de dos proyectos en ejecución apoyados por la fundación: “Utilización de especies vegetales suculentas con potencial agroproductivo como alternativa de diversificación sustentable en zonas áridas”, y “Estrategias agronómicas de gestión del riego que permitan aumentar la productividad del agua y la sustentabilidad de sistemas frutícolas ante el proceso de aridización, dirigidos por los investigadores Loreto Prat y Oscar Seguel, respectivamente.
“Tenemos un objetivo como fundación por medio de nuestro programa de innovación en Adaptación al Cambio Climático, y que es el desarrollo de iniciativas que promuevan la innovación, orientadas a fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación del sector agrario, agroalimentario y forestal a estos cambios y el riesgo asociado a ellos en los territorios”, explicó la directora ejecutiva de FIA, “es por ese motivo que el rol que cumple el CEZA en la generación de conocimiento y sistematización de experiencia es muy relevante, puesto que trabajan en la adaptación y su aplicación al sector en la región, en un trabajo articulado y colaborativo con el sector productivo, y considerando y nutriéndose con la experiencia de los diversos actores”, concluyó.
Sobre los dos proyectos que se están llevando a cabo, el Vicedecano de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, Carlos Muñoz, sostuvo que “el trabajo que está desarrollado el CEZA con estas iniciativas, en materia de diversificación en frutales de bajo requerimiento hídrico, así como en gestión estratégica del riego, se enmarca en una larga y profusa trayectoria en investigación y extensión que este centro ha desarrollado en las zonas áridas y semi-áridas del país, la cual fue liderada por el Dr. Nicolás Franck Berger los últimos 10 años, hasta el día de su sensible fallecimiento”. En efecto, ambas iniciativas eran dirigidas por el Dr. Franck, académico e investigador de la Universidad de Chile quién durante su trayectoria profesional dirigió 5 proyectos cofinanciados por FIA.
Durante la actividad, el equipo de trabajo del CEZA rindió un homenaje a Nicolás Franck, destacando su trayectoria e importante contribución a la investigación agrícola en la Región de Coquimbo.