Las tres princesas (Foto Archivo)
El 31 de agosto de 1997 se conocía la triste noticia del fallecimiento de Diana Spencer, popularmente conocida como Lady Di, quien supo ser la primera esposa del príncipe Carlos. Al morir, su figura se enalteció tanto en lo social como en el recuerdo de sus seres queridos. Su legado continúa en sus hijos William y Harry, quienes al casarse intentaron mantener presente a su madre y lo hicieron de una manera particular: les obsequiaron a sus esposas, Kate Middleton y Meghan Markle, parte de sus joyas.
En principio, los objetos que supieron ser Lady Di quedaron en manos de sus dos herederos. Son ellos quienes disponen sobre lo que se hará con cada una de las pertenencias. Algunos de sus vestidos más icónicos fueron donados para ser expuestos en importantes exposiciones, mientras que sus joyas comenzaron a ser utilizadas por nuevos miembros de la familia real.
Cuando el príncipe William anunció su casamiento con Kate Middleton, en noviembre del 2010, la ahora madre de George, Charlotte y Louis lució un anillo de compromiso tras la feliz noticia: se trató del zafiro que supo ser de Diana. Es una pieza de 12 quilates con 14 diamantes que rodean la preciosa piedra.
Pero, esa no fue la única reliquia con gran valor sentimental que el heredero al trono británico decidió obsequiarle a su esposa. Entre la lista de la colección de Kate se encuentran los aros de zafiro que recibió Lady Di por parte de el príncipe heredero Fahd de Arabia Saudita por su boda con Carlos. Estos, fueron modificados a pedido de Middleton para que sean colgantes.
También, los pendientes exclusivos de perlas y diamantes, popularmente conocidos como Mar del Sur son usados por la nuera de la princesa fallecida.A tono con estas pequeñas pieza, recibió una pulsera de perlas de tres soportes de Nigel Milne y del mismo estilo, un colgante de cuatro vueltas.
Entre la herencia recibida por la mujer de 40 años, se encuentra una de las más significativas en la vida deLady Di: su tiara favorita, que lució en importantes eventos. Se trata de la pieza que fue nombrada como Cambridge Lovers Knot y está realizada con 19 diamantes brillantes y perlas. Esta importante joya habría llegado a manos de la esposa de William, ya que al estar casada con el heredero al trono, ocupa en mismo título que Diana.
La distribución de los costosos accesorios continuó. Luego de que en 2018 se sumara a la familia real Meghan Markle, al contraer matrimonio con Harry. Al igual que ocurrió con Kate, ella también recibió como obsequio por parte de su esposo una preciada joya con la impronta de su madre.
Para anunciar el compromiso, la exactriz posó con un anillo de oro amarillo, su color favorito, con una imponente piedra de Boswana, África. Pero el detalle fue que los pequeños diamantes que se encuentran en la pieza fueron extraídos de joyas de Diana. El príncipe aseguró que tomó esa decisión para “que ella esté con ellos en esa locura de viaje juntos”.
En el casamiento, al momento de posar con su segundo cambio de vestido, la nueva integrante de la familia real mostró su look total white en el queresaltaba un anillo color aguamarina. Efectivamente era la pieza que Lady Di había recibido como obsequio por parte de su amiga Lucia Flecha de Lima y que la princesa usaba en reemplazo de su anillo de bodas tras anunciar su separación de Carlos, en 1996.
Con el pasar de los meses, y al concurrir a los eventos reales, Markle lució diversas joyas que fueron identificadas por la prensa como herencia. Los icónicos aros de oro amarillo en forma de mariposa pasaron a manos de la esposa de Harry. Las elecciones en cuanto a los objetos que recibe la protagonista de Suits son están relacionados con su color favorito.
Sin embargo, la esposa de Harry sorprendió al posar en octubre de 2020 para la promoción del programaTIME100 Conversaciones sobre el estado de nuestras experiencias digitales (TIME) con un reloj pulsera valuado de 24 mil dólares. Se trata de un objeto de la firma Cartier Tank Francaise que perteneció a Lady Di.
La donación de joyas a través de las generaciones es una tradición por parte de la realeza británica. Ahora, las dos esposas de los príncipes cuentan con importantes objetos de quien fuera la princesa del pueblo y se estima que las próximas herederas serán sus hijas.
Fuente: LA NACIÓN
