Las verduras son una fuente de nutrientes tan importantes para nuestro organismo que es imposible excluirlas de la compra del supermercado. Pero muchas veces nos quejamos de que se echan a perder antes de que nos de tiempo de prepararlas en nuestras comidas. Lo primero que tenemos que reconocer es que nos hemos acostumbrado a los alimentos hiperprocesados que no se pudren nunca. Lo sano es que los productos frescos se descompongan porque es el proceso natural de la vida. Ocurre es que las frutas y las verduras tienen paredes celulares gruesas que mantienen la comida en buen estado durante varios días. Pero cuando esas paredes comienzan a descomponerse, las frutas pierden gradualmente su solidez, cambian de color y huelen mal. Pero no hay que desesperar si no tenemos la posibilidad de comprar verduras frescas a diario. Existen métodos para alargar su período de frescura y retardar el proceso de descomposición. Aunque las verduras contienen almidón, azúcar y proteínas, sus principales componentes son vitaminas, minerales, fibras y fitoquímicos protectores. La cantidad de nutrientes, color y textura dependerá del método de preparación, el tiempo de cocción, el volumen de agua utilizada y, principalmente, de su conservación. Pensando en esto, aquí puedes ver algunos consejos simples para mantener tus vegetales en buen estado por más tiempo: