Explotación sexual comercial: el impacto en los niños, niñas y adolescentes

Roberto Rocha

Coordinador Técnico de Fundación Ciudad del Niño

Se entiende por explotación sexual comercial infantil la utilización de los niños, niñas y adolescentes para la satisfacción sexual de y por adultos a cambio de remuneración en dinero o especies al niño, niña o adolescente, o a terceras personas. Además, constituye una forma de coacción y violencia contra los niños, niñas y adolescentes y una forma contemporánea de esclavitud.

En la actualidad, la ESCNNA se presenta a través de plataformas virtuales, en contextos de turismo, y también en la acción organizada de adultos en contra de niños, niñas y adolescentes en territorios donde se encuentran en situación de vulnerabilidad y/o desprotección.

Debido a la diversidad de formas en que se desarrolla este fenómeno, no es posible considerar un impacto único o uniforme en los niños, niñas o adolescentes, en tanto las cualidades de la experiencia que pueden vivir son distintas. En este sentido, las vivencias de ellos se encuentran mediadas en relación al apoyo familiar que presentan, etapa del desarrollo en que se encuentran, tipo de ESCNNA, cronicidad de la experiencia, contexto, inserción social alcanzada, recursos personales, posibilidad de interrupción de la vulneración, entre otros.

Por lo señalado, es relevante establecer una mirada singular para cada niño, niña o adolescente, dando cuenta de una visión que “cualifique” la experiencia de manera integral, en virtud de comprender el impacto en ellos, es por ello que, a modo de ejemplo, existen diferencias en la vivencia de un niño en contexto de calle que sufre una ESCNNA, a quien experimenta una ESCNNA virtual, en tanto no se establecen las mismas condiciones e impacto asociado.

Sin embargo, sí es posible considerar un impacto global, atendiendo a que existen elementos de base que transcienden a cualquier forma de explotación sexual comercial, como son la afectación en la auto valoración y percepción de sí mismo; distorsiones cognitivas respecto del propio cuerpo (vivencia de cosificación); afectación relacional, desregulación emocional e instrumentalización de las relaciones; y presencia de sentimientos de desconfianza, vergüenza, tristeza y miedo.

Además de la alteración del desarrollo psico-sexual; sensación de desprotección y/o abandono emocional y real, en casos graves; alteración del sentimiento de dignidad y sensación de perjuicio personal; afectación en las áreas de desarrollo general del niño, niña o adolescente: escolar, comunitario, recreación, salud física y mental; alteraciones en la organización y estructura familiar; e impacto asociado al desarrollo moral y sentido del “intercambio”.

Por el alcance y gravedad de este impacto, como sociedad, no debemos ignorar esta realidad cada vez más frecuente en nuestro país, #NohayexcusasDENUNCIA.

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