El recurso señala que “el inicio de las obras de construcción y ejecución del Proyecto ‘Exploración Salar de Maricunga’” de CODELCO, implican evidentemente una grave vulneración del “derecho a la vida, a la igualdad ante la ley, y a vivir en un medio ambiente libre de contaminación”, como establece la Constitución Política de la República en su artículo N°19.
Como una situación aberrante fue calificada, por parte de la Comunidad Indígena Colla Pai Ote, la ejecución de las obras en virtud del Proyecto “Exploración Salar de Maricunga” que lleva adelante CODELCO, emplazado en territorio ancestral de propiedad de la Comunidad Pai Ote, con permisos que fueron otorgados incumpliendo las obligaciones de la empresa y la normativa vigente. La Comunidad, mantiene sus asentamientos desde tiempos ancestrales en la zona que abarca el Salar de Maricunga, siendo los verdaderos dueños de todo el territorio en virtud del derecho indígena.
El Proyecto implica la ejecución de un programa de exploraciones para capturar información hidrogeológica del Salar, y evaluar preliminarmente los recursos de litio presentes en la salmuera asociada a parte de las pertenencias mineras de CODELCO, presentes en el Salar de Maricunga. La ejecución implica construir y habilitar 16 pozos con plataformas, ejecución de pruebas de bombeo, instalación de estación meteorológica y lisímetros, exploración geofísica de superficie (gravimetría), además de la habilitación de campamentos y accesos para maquinarias y personal, alcanzando un total aproximado de 10,25 kilómetros de caminos AL INTERIOR del Salar.
Con esto, se producirán graves afectaciones sobre “sitios arqueológicos cercanos al proyecto, como tambos, apachetas, flechas, vestigios líticos, etc. Hacia el lado de la quebrada Caballo Muerto, en todo el sector del cordón que va hacia la Laguna Santa Rosa”, indicó Ercilia Araya Altamirano, Presidenta de la Comunidad Indígena Colla Pai Ote y habitante del territorio reclamando, quien recalca que la comunidad “hace uso tanto de la quebrada de Paipote como la de San Andrés”, que son zonas donde transitan los camiones relacionados con el proyecto; y que el proyecto va perturbar las “ceremonias en el Santuario de la Virgen de la Candelaria”, lugar donde nuestra “comunidad realiza tres ceremonias al año en dicho lugar, una en febrero, en octubre y otra en diciembre”.
Inclusive, durante el proceso de evaluación ambiental, quedó registro del “reconocimiento de impactos sobre los niveles de las aguas subterráneas durante pruebas de bombeo; pérdida de suelo o de su capacidad para sustentar biodiversidad debido a la intervención de superficies, debido a la construcción de un campamento, plataformas, piscinas y caminos de acceso; afectación a especies de baja movilidad, debido a la habilitación de obras; alteración de hábitat de especies de alta movilidad, debido presencia de personal y tránsito de vehículos; efecto adverso sobre sitios donde se concentre fauna nativa, producto del aumento en las emisiones de ruido y vibraciones, durante la construcción, operación y cierre de las obras; y efecto adverso sobre fauna silvestre relacionada a iluminación nocturna de las plataformas de sondaje” (considerando 5.2 de RCA 119/2020).
Cabe destacar que el Salar de Maricunga se caracteriza por su amplia biodiversidad, que contempla fauna como flamencos, parinas, guanacos, vicuñas australes, lagartijas y aves pequeñas; mientras que su flora contempla matorrales, pajonales, y una tipología arbustiva centrada en bofedales y vega. Además, su zona sur forma parte del Parque Nacional Nevado Tres Cruces, y está rodeado de complejos volcánicos, relacionándose también con diferentes cuerpos de agua como la Laguna Santa Rosa y la Laguna Negro Francisco, ambos con calificación de sitios Ramsar. La Presidenta de la Comunidad también señaló que “el cerro adyacente al campamento, se llama Huaca Chica y es un cerro sagrado”, resaltando el impacto que tiene el proyecto en “especies de plantas medicinales, tales como chachacoma, pata de perdiz, quinchamalí, pajonal y flor de puna, entre otras”, todos hechos que traerán graves consecuencias, tanto para los habitantes de la Comunidad, como para el territorio.
Las partes contra quien se interpuso el recurso son: CODELCO, por el inicio de las obras de construcción y ejecución del Proyecto “Exploración Salar de Maricunga”; la SEREMI de Bienes Nacionales de Atacama, por la dictación de resoluciones que otorgaron Permisos de Ocupación en el Salar; la Municipalidad de Copiapó, por otorgar un permiso que autorizaba faenas en el sector del Salar; y la Dirección Regional de Vialidad de Atacama, por la dictación de resoluciones que autorizan la intervención de las rutas que rodean el territorio del Salar y que afectará espacios significativos para la Comunidad aludida.
