- Nada es fácil en la vida, todo cuesta esfuerzo y sacrificio, sobre todo cuando se vive en un país ajeno al propio. Pero, si la consigna es torcerle la mano al destino, depende del empuje y empeño que cada cual le ponga a su diario afán por salir adelante.
Así lo entendió José Luis Hernández Pino, cubano de 30 años, y casado con chilena hace 7 años, quien se denomina como un “emprendedor sacrificado” desde que inició sus laborales en Copiapó como vendedor de cosméticos. En ese entonces invirtió en maquillaje las pocas monedas que tenía y con la venta fue ahorrando metódicamente cada peso, dejando siempre una cantidad para alimentación, arriendo y movilización.
“Luego de un par de años ahorrando, compramos un local en el centro comercial Coimbra, donde luego también instalamos una cafetería”, relata en conversación con nuestro medio.
Enseguida, agrega: “Pero como el lugar era un poco chico, con mi señora tomamos la decisión de expandirnos para tener un lugar más grande y más acogedor y fue así que encontramos este lugar ubicado en los Carreras 731”.
¿Como les fue con la cafetería que instalaron en el centro Coímbra y cuánto tiempo duraron?
“Estuvimos alrededor de un año, pese a que tenía muy buena ubicación y muy buenos y leales clientes el tema es que queríamos ofrecer una mejor calidad una mejor atención y mejores productos…y para eso necesitábamos un local más grande, lo que nos motivó a cambiarnos”.
¿Cómo se puede ahorrar y a la vez invertir para crear una pyme o emprender con pocos recursos?
“Saqué la cuenta de mis gastos en alimentación, arriendo y movilización y en un par de meses generé un capital de más de 400 mil pesos, invirtiéndolos para transformarlo o aumentarlos a más de un millón y medio”.
¿Cómo salió de Cuba, siendo tan difícil para una persona común y corriente irse a otro país?
“Hay dos formas de salir de Cuba: a la mala o a la buena… La mala es en balsas, yo opté por la buena para no arriesgar mi vida…aunque esta opción demoró siete meses… debido a los papeleos burocráticos y otros problemas de que sencillamente no autoricen tu salida y además de ser rechazado en otro país”.
Usted viene de un país (Cuba) que económicamente no la está pasando bien. ¿Qué mensaje le daría a las personas, desde su propia experiencia de vida para que se levante?
“Ya estando en un país como este u otro, debe pensar que nadie lo va ayudar… que está solito en mundo. Hay que machucárselas no más y usted mismo debe levantarse… pensando en que el que madruga Dios le ayuda. Pregúntese qué quiero y si está dispuesto a enfrentarse a esos desafíos. Acá es muy importante ser ordenados, economizar al máximo… también es aconsejable separarse de los “amigos”, de la política y la religión. Es decir, muy simple: Yo quiero esto y quiero ir para allá… Tener fe y tenerse fe”.
¿Como describiría su nuevo y remozado local ubicado en pleno centro de Copiapó?
“Estamos ubicados en Calle Los Carreras Nº 731, una casona que está al frente de una de las entradas del Plaza Real en pleno centro de Copiapó. Invitamos a todos venir a tomarse un buen café, donde se pueden realizar reuniones de negocios, juntarse con la familia, amigos y disfrutar un agradable momento en este local que está ambientado con un color amarillo fuerte, para que te genere felicidad, te alegre el día y te quite esas malas vibras… al entrar por esta puerta recibirás una excelente atención y estamos dispuesto atenderte el tiempo que sea necesario para que te lleves una buen impresión de nuestro local”, concluyó.
Por Tierramarillano Chile
