María José Escudero, Fundadora y Directora de Incidencia y Desarrollo de Fundación Ronda.
2022 ha sido un año complejo para nuestro país en distintas aristas: económica, social y política. La pandemia, que aún no ha terminado, sigue agudizando realidades de las comunidades con barreras de acceso poniéndolas, en muchos casos, en una situación de mayor desprotección y vulnerabilidad.
Ese Chile nos sigue doliendo, y esto es lo que nos motiva, como Fundación Ronda a seguir impulsando una transformación cultural por una sociedad más inclusiva, justa, igualitaria en derechos para todas las personas y no solo para un grupo.
No nos cansamos de repetir: las limitantes están en el corazón de nuestra sociedad, en la cultura excluyente y discriminadora. Y este contexto, lo construimos todos y todas.
Pero sabemos que ya comenzó la desconstrucción de esta realidad. Una evidencia de esto es la Ley 21.015 de Inclusión Laboral, promulgada en Chile en mayo de 2018, que ha reivindicado el rol social de las personas con discapacidad, motivando a las empresas y organismos públicos, no solo dejar de lado prejuicios y paradigmas añejos sobre la incorporación de personas con discapacidad, sino también incentivándolas a generar una transformación hacia la inclusión desde su ADN; algo que nosotros(as) como Fundación apoyamos a través de asesorías y acompañamiento a organizaciones públicas y privadas y mediante nuestro modelo RSI.
Además, esta ley entrega hasta el 31 de diciembre, la posibilidad a las empresas, que no alcanzaron a cumplir con el 1% de contratación de personas con discapacidad como exige la Ley 21.015, a donar dinero a fundaciones relacionadas con inclusión, diversidad y equidad de género, como una forma de aportar, desde esta vereda, a generar nuevos y más programas que le entreguen herramientas a las personas con barreras de acceso.
En ese aspecto, como Fundación Ronda, podemos decir que son estos los aportes que permiten generar nuevas ofertas programáticas para las comunidades con barrera de acceso y que estamos certificados como receptores de donaciones con nuestro Programa “Formación de Inclusión Sociolaboral de Personas con Discapacidad”.
Este programa nos ha dejado una experiencia maravillosa y que nos enorgullece transmitir porque fomenta la descentralización y la equidad de género, y porque sabemos que las personas que cuentan con un trabajo remunerado, que les permite conciliar vida laboral con personal, no solo valoran la organización donde están, sino que crecen como personas. Y, sabemos que así, podemos ir cambiando esos números que duelen, como el que indica que el 19,8% de los hogares, donde uno de los miembros es una persona con discapacidad, declara haber sido tratado(a) injustamente o discriminado(a) en ambientes laborales.
Por otro lado, a partir del 1 de noviembre de este año entró en vigencia la Ley 21.275 que incluye a un (a) gestor (a) de inclusión a las empresas con más de 100 trabajadores. Se trata de un rol, que vemos como fundamental que apoya y facilita la aplicación de la Ley de Inclusión Laboral y genera políticas y protocolos sobre discapacidad dentro de la organización. Por ello, contamos en nuestro equipo con uno de los(as) 10 primeros gestores(as) de inclusión certificado en Chile y con 3 profesionales más ya certificadas.
Este año, y con gran éxito, desarrollamos, junto a Zurich Santander, Corredora de Seguros Santander y Z Zurich Foundation (ZZF) la primera versión de la tercera generación del programa “Protagonistas” para cuidadoras las cuales en unos meses más, conformarán una red de más de 300 mujeres cuidadoras a lo largo de todo nuestro territorio.
Cuidar en Chile no es fácil, mucho menos en una realidad históricamente marcada por los roles y estereotipos de género impuestos por la sociedad. Por otro lado, la pandemia vino a agudizar esta realidad, perjudicando mayormente a miles de mujeres cuidadoras, colocándolas en una situación de mayor desprotección y vulnerabilidad.
Y es por esto mismo, que también vemos como un tremendo avance, la creación del Registro Nacional de Cuidadoras desarrollado por el Gobierno y lanzado oficialmente en noviembre de este año y que, sin duda, permite avanzar en la cobertura de programas estatales existentes y la creación de nuevos.
También entendemos que Chile tiene una gran deuda con las mujeres, y bajo esta premisa y luego del éxito que tuvimos con nuestra campaña, en conjunto con Inspiring Girls, Inspiratoria y Academia Inspiradas #NiFloresNiChocolate que realizamos para el 8M de 2022, ya tenemos planificado, para conmemorar 8M de 2023, un evento presencial en Santiago cuyo propósito será invitar a distintas mujeres referentes de las organizaciones a vivir una jornada llena de aprendizajes, con networking, charlas, talleres corporativos y mucho más.
Bajo este contexto, vemos con gran optimismo y entusiasmo lo que se viene en Chile en 2023 en materia de equidad, diversidad e inclusión. Y estamos seguras y seguros que conseguiremos seguir avanzando hacia ese Chile que todos y todas queremos, donde las diferencias no nos separan, sino que nos unen.
Es por esto, que invitamos a todas las organizaciones públicas y privadas a aportar hacia ese cambio que va mucho más allá que cumplir con la cuota que exige una ley, sino que va en gestionar y aportar hacia la inclusión con compromiso, pero por, sobre todo, con convicción y acciones concretas.
Para más información:
Facebook: @Rondachile
Instagram: @rondachile
Linkedin: Fundación Ronda Chile
Acerca de Ronda:
Queremos transformar la mirada de la sociedad respecto a la diversidad e inclusión y provocar un cambio cultural en las organizaciones públicas y privadas, a través de responsabilidad social inclusiva (RSI). Apoyamos a organizaciones públicas y privadas a desarrollar políticas y acciones que permitan gestionar la #Diversidad para lograr la plena #Inclusión sociolaboral de personas con barreras de acceso, especialmente personas con discapacidad, cuidadoras y mujeres. Realizamos asesorías y recomendaciones técnicas para la implementación de la Leyes 21.015 y 21.275 de Inclusión Laboral de Personas con Discapacidad, como también para la certificación en la Norma NCH: 3262 de conciliación de la vida laboral, familiar y personal, para avanzar en corresponsabilidad y en la eliminación de brechas entre mujeres y hombres al interior de las organizaciones.