NUEVA DIRECTIVA DE LA SOCIEDAD CHARLES LAMBERT PROCURARÁ CAMBIOS EN POLÍTICAS CULTURALES

En el marco de convivencia y proyectos, la Sociedad Charles Lambert, eligió una nueva directiva para los próximos tres años.

El sábado recién pasado (14 de enero) esta institución cultural de La Serena, durante todo el día, realizó una jornada de reflexión, votación y elección de la nueva directiva.

Los propósitos de esta entidad están en promover el conocimiento del patrimonio cultural de La Serena y del Norte Infinito; en dar a conocer particularmente la obra y vida del innovador minero, Charles Lambert y colaborar con la localidad rural de Lambert (en el Noreste de La Serena) de donde son originarios la mayoría de sus integrantes, entre otras labores.

La directiva quedó integrada por: Amelia Ramos Opazo (presidenta), Irma Rivera Castro (vice presidenta), Violeta Volantines Rivera (secretaria), Mhara Araya Egaña (pro secretaria), Cinthia Soto Méndez (tesorera) y Hugo Hernán Aguilera (pro tesorero).

En los próximos días, la directiva presentará a la comunidad sus objetivos y programas para los próximos meses, que incluye: dar a conocer el extraordinario aporte al norte de Charles Lambert, publicar algunas obras relacionadas y difundir en la comunidad la historia heroica y casi desconocida del pueblo regional y, especialmente, del papel de las mujeres en la historia de la región de Coquimbo.

Existe un fuerte desasosiego en esta institución por el desarrollo de la cultura local y regional y la implementación de las políticas culturales centralistas que lleva adelante el Ministerio de la Cultura.

La Sociedad Charles Lambert ha venido manifestando el deterioro de la institucionalidad cultural regional y local y, sobre todo, la huerfanía de los trabajadores de la cultura. Y la falta de democracia y de políticas públicas de género en el ámbito de la cultura.

Recordemos que Charles Lambert “nació en Estrasburgo, Francia, en 1793; hijo de una familia alsaciana; su padre, del mismo nombre, fue miembro de la Convención Francesa. Realizó sus estudios de minería, metalurgia y geología, matemática, en la Escuela Politécnica de París, Francia. Como ingeniero, ingresó a la sección técnica del Estado Mayor de Napoleón I, y se retiró después de la derrota de Waterloo. Llegó a Chile por primera vez, en 1817 y al año siguiente se estableció en Coquimbo, como gerente de la Compañía Inglesa Sud América, con sede en La Serena; encargado de hacer peritajes en la región para la Compañía mencionada, interesada en el cobre chileno. Introdujo grandes avances tecnológicos, en el proceso de extracción del cobre. Cuando terminó su gestión, viajó a Europa, en 1820. Regresó a Chile cinco años más tarde, contratado por la Compañía Chilean Minning Asociation, para hacerse cargo de las faenas de explotación de las minas que esta Compañía poseía en Coquimbo, llamadas Brillador. Vivió en La Serena y fue regidor en 1829 de dicha ciudad. Fue electo diputado, en las Asambleas Provinciales de 1829, Asamblea Provincial de Coquimbo (31 de mayo-diciembre de 1829). Perito conocedor de los hornos de reverbero y de refinación, inventados en Francia en 1830, supo que los ejes mezclados con la escoria, podían darle una fortuna. Compró el yacimiento de Guamalata, trajo máquinas del extranjero y comenzó a recibir los frutos de su inversión. El proceso por él desarrollado, consistió básicamente en convertir las brozas o ejes del metal rojo en cobre metálico. Para ello construyó un horno semejante al usado en Swansea, Gales, y procesó cuantos sulfuros pudo comprar. El horno fue instalado en 1831 y funcionó en absoluto secreto hasta 1841, cuando el secreto fue divulgado por unos obreros descontentos. Ya conocido el secreto, surgieron plantas semejantes y la producción de cobre se triplicó. Instaló también, el primer laminador de cobre y latón en Chile, en La Serena, con lo que dio abasto a todas las necesidades nacionales, y particularmente a la marina. Permaneció en Chile hasta el año 1851, en que regresó a Inglaterra, donde continuó su carrera de empresario. Dejó un hijo, único heredero en Chile, Carlos A.; pero su hijo se fue a Londres, donde se casó. Visitó varias veces Chile y cuando murió este hijo, también en Londres, su viuda se vino a Chile, a tomar posesión de la herencia. Murió en Londres, en el año 1876”.

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