Por Seremi de ciencia de la macrozona norte, Rubén Moraga Mamani.
En un mundo de constantes cambios, con permanentes desafíos para lograr mayor justicia y equidad social, una presencialidad post pandemia, que generó impactos y efectos múltiples para la sociedad que no se expresaron de igual forma para todos, por ejemplo, en el mundo de la Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI) tuvo un impacto enorme en las mujeres donde la proyección de años que tardara en cerrarse las brechas de genero se incrementó de 100 a 136 años; las colaboraciones se interrumpieron; el progreso profesional se detuvo; las científicas debieron enfrentar los desafíos asociados del trabajo remoto en conflicto con las responsabilidades de cuidado.
La evidencia muestra que las consecuencias serán a largo plazo. Desde la producción de material científico y tecnológico, al acceso a financiamiento para la investigación, entre otros, retratan cómo se profundizan las brechas de género postpandemia.
La ONU señala, en estudios realizados en el año 2022, que debe potenciarse la participación de las mujeres en tecnología y que su ausencia en este ámbito ha contribuido a disminuir el PIB de los países de bajos ingresos. Al ritmo actual, es decir, de mantenerse este paradigma, se profundizarán aún más estos impactos. Por otra parte, cabe señalar que, dentro de los Objetivos de desarrollo Sostenible (ODS), la ONU establece la igualdad de género en su agenda 2030.
¿Como estamos en nuestro país?
El último estudio de reducción de brechas de género en la educación superior 2022, presentado días atrás, nos señalan que las mujeres superan en número de matrículas a los hombres (52% vs 47%) y en porcentaje de titulación (58%), pero se mantienen brechas negativas en carreras científicas (STEM). Por otra parte, se reporta un déficit de mujeres en el mundo académico (45%). Si bien es cierto que las mujeres han ido tomando un rol más protagónico en ámbitos que antes eran exclusivos de los hombres, las cifras aún son bajas en el ecosistema de CTCI. A modo de ejemplo las mujeres solo representan el 5% en el campo innovación y tecnologías de la información.
La radiografía de género en Ciencia, Tecnología, Ciencia e Innovación (CTCI), elaborada por nuestro Ministerio, da cuenta de esta realidad de desigualdades y de los desafíos presentes: la necesidad de reconocer el trabajo de las mujeres en todas las facetas de la ciencia y en seguir avanzando hacia la igualdad de oportunidades y la presencia femenina en cargos de investigación y gestión; incrementar el número de mujeres con doctorado que investigan, puesto que solo alcanzan el 34% en las instituciones de educación superior; así como terminar con las diferencias salariales que desfavorecen a las mujeres con doctorado que trabajan en las universidades, dado que ellas perciben un 17% menos que los hombres en el tramo etario de 25 a 39 años. Esta diferencia salarial se incrementa en un 23% entre los 55 y 70 años.
Un sistema socialmente justo debe posibilitar en igualdad de condiciones y oportunidades el bienestar social, los derechos y responsabilidades, sin discriminaciones arbitrarias. La discriminación a la que están expuestas las mujeres solo consolida la desigualdad social, modalidad preferente para generar riqueza en este sistema económico. El proyecto de ley a “igual pega, igual paga” se hace cargo de esta discriminación, además de concientizar a la sociedad.
De todas las transformaciones posibles para fortalecer nuestras capacidades en estos ámbitos, corregir las brechas de género es sin duda la más apremiante, y la que tendrá un mayor impacto potencial. Cerrar dichas brechas implica aumentar nuestras posibilidades de encontrar talento y creatividad, de hacer más y mejor ciencia, tecnología, conocimiento e innovación, y de construir una sociedad más justa, creativa y talentosa.
En este escenario el Ministerio de CTCI, en su Política Nacional de Igualdad de Género, delineó los siguientes objetivos que permiten ir derribando las barreras existentes:
- Niñez inclusiva, protegida y con habilidades para el futuro
- Sistemas de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación inclusivos, transformadores y responsables
- Un Estado comprometido con los datos, instrumentos y políticas para la igualdad de género en Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación
- Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para resolver los impactos de las brechas de género en nuestra sociedad
Lo anterior, nos desafía a inventar un futuro diferente y actuar para que en una sola década nuestro sistema de investigación y desarrollo alcance la igualdad de oportunidades y trato para todas las personas, independiente de su género para de esta forma construir los mecanismos que fomenten y potencien la colaboración de género. Promover la participación equitativa de hombres y mujeres en el ecosistema CTCI tiene un valor intrínseco, pero es también un prerrequisito para la calidad. Para tener un sistema de investigación robusto, que fomente el análisis crítico y genere soluciones que mejoren el bienestar de toda la sociedad, no podemos excluir a la mitad de nuestra población de participar en ello. La desigualdad de género impacta la sustentabilidad y productividad del país, al aumentar la participación e inclusión de las mujeres en el mundo de la ciencia y la tecnología, es clave para enfrentar los diferentes desafíos globales.
Ante un mundo cambiante, que busca mayores oportunidades para todas las personas, la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas es una de las metas para el futuro cercano.