- Sector está cercano a Parque Nacional Nevado de Tres Cruces y se constató nacimiento de polluelos de flamenco andino o parina grande y de flamenco chileno.
El hallazgo en la Gran Laguna del Salar de Maricunga en la Región de Atacama, primero de una colonia y luego de la nidificación y nacimiento de sobre 800 polluelos de flamencos altoandinos fue para uno de los guardaparques que estaban realizando el censo, ver cumplirse “el sueño de que realmente estamos aportando a la conservación de especies que se encuentran vulnerables, especialmente porque sus hábitat pueden ser alterados”.
Así lo relató Ignacio Cerda, guardaparques y encargado de Conservación del Parque Nacional Nevado Tres Cruces y Sitio Ramsar (humedales) Complejo Lacustre Laguna del Negro Francisco-Laguna Santa Rosa, quien explicó que la nueva tecnología y elementos que está integrando CONAF para el sistema de monitoreo permite lograr y registrar estos hallazgos.
El primer indicio lo tuvo en el marco del censo estival de aves altoandinas que se realiza siempre en la segunda quincena de enero y fue a través de la observación realizada con un monoscope o monocular (telescopio refractor modificado y portátil de gran alcance).
Para verificar el hallazgo se realizó un segundo intento de acercamiento el 22 de enero, donde se pudo observar la presencia de aproximadamente 126 polluelos. El 12 de marzo se efectuó una inspección al sitio, accediendo de forma segura en vehículo para posteriormente realizar un recorrido pedestre por la costra salina, donde se realizaron las observaciones de campo, para la obtención de registros audiovisuales. Y ahí surgió la gran noticia del hallazgo.
“Fue una fiesta para nosotros, una gran alegría. Pudimos confirmar un registro de 859 ejemplares volantones de 3 meses de edad de flamenco andino o parina grande (Phoenicoparrus andinus), junto a 13 flamencos adultos cumpliendo el rol de nodrizas. Pero también de 38 ejemplares volantones junto a 1 ejemplar adulto cumpliendo el rol de nodriza de flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis) y además, de esta misma especie, 212 flamencos adultos incubando, manteniendo una temperatura de calor constante los huevos. Los mayores registros que teníamos anteriormente, al interior de nuestro parque nacional, no superaban los 200 ejemplares”, explicó Ignacio Cerda.
También resaltó que el Salar de Maricunga está ubicado a 3 kilómetros al norte del límite del Parque Nacional Nevado de Tres Cruces y a 4 kilómetros al norte del límite del Sitio Ramsar Complejo Lacustre Laguna del Negro Francisco-Laguna Santa Rosa, y que el hallazgo de un éxito reproductivo de parina grande y flamenco chileno, convierte a la Gran Laguna de este salar en un área prioritaria de conservación y monitoreo de sus componentes ambientales como de sus amenazas.
Así también lo ratificó el secretario regional ministerial de Agricultura de Atacama, Ricardo Zamora Hidalgo, quien señaló que «una labor fundamental que nuestro Gobierno se ha propuesto es resguardar nuestro medio ambiente, por lo cual hoy estamos viendo un resultado concreto de este trabajo, encabezados por nuestros guardaparques, al confirmar que los flamencos altoandinos se han reproducido y aumentado su población en la zona de la Gran Laguna del Salar de Maricunga. Nuestro compromiso es que este trabajo seguirá asegurando que estas áreas se mantengan en el tiempo como hábitat para ésta y otras especies”.
En esta misma línea, la secretaria regional ministerial de Medio Ambiente de Atacama, Natalia Penroz, manifestó que “en nuestro rol de supervigilancia de las áreas protegidas, estamos muy contentos con los resultado reportados por CONAF Atacama, considerando que los flamencos son uno de los objetos de conservación de Parque Nacional Nevado Tres Cruces y Sitio Ramsar, lo que contribuye a mejorar las condiciones de este sistema de humedales de importancia internacional”.
Tal como lo expresó la seremi de Medio Ambiente, los flamencos altoandinos son objeto de conservación de este parque nacional y su estado de conservación es vulnerable, por lo que es muy importante resguardar estos ecosistemas, donde tienen sus sitios de alimentación y refugio, y sus áreas de reproducción.