La Sociedad de Creación y Acciones Literarias de la Región de Coquimbo —la mayor organización de escritores de la Región de Coquimbo—, renovó su directiva para los próximos tres años, en el marco de alegría y convivencia en su sede institucional en la ciudad de La Serena.
La nueva directiva quedó compuesta por los escritores: Alicia Mondaca Rivera (Presidenta), Luis Barbieri Riquelme (Vice-presidente), Arturo Volantines Reinoso (Secretario), Eva Carolina Tapia Cortés (Tesorera) y los directores: Mirian Marín Díaz y Sergio Godoy Galleguillos.
Los objetivos centrales de la nueva directiva serán: avecindarse en la labor de talleres literarios, tanto para los socios como para la comunidad, colocando énfasis en el análisis de textos y el fomento de los procesos creativos en colegios y Juntas de Vecinos.
También, se pondrá énfasis en realizar nuevos estudios y recuentos de la literatura de la región de Coquimbo, especialmente de las antiguas y de las renovadas voces de su poesía, que tantos aciertos ha tenido en su historia: en el contexto nacional e internacional.
Además, se buscará una mayor conexión con los países hermanos, especialmente con la provincia de San Juan de Argentina. Será central en promover el patrimonio literario de la región: substancialmente de sus escritores del siglo XIX y XX. Se buscará también mantener y mejorar el vínculo con la región hermana de Atacama.
Sin embargo, la mayor preocupación de SALC. es la actual desconexión que existe de este mundo literario con las autoridades locales y regionales.
Con la vuelta de la democracia, el presidente Aylwin puso énfasis en la “deuda” con la cultura y con la creación artística. Pero, después de varios gobiernos democráticos, el énfasis está puesto en el fomento de la industria cultural y del show. Se crearon los Consejos Regionales y Consultivos de la Cultura, hace algunos años; pero, ahora, estos no funcionan y la comunidad organizada no quiere participar.
Se ha roto la ilusión de los trabajadores de la cultura, porque este Ministerio se ha vuelto más centralista que en la dictadura. Y en contexto regional las autoridades de cultura no tienen el suficiente ánimo en el tema. Han incurrido en grandes errores y bochornos.
Gabriela Mistral es el mejor ejemplo: al tratar de pagar la deuda tremenda que se tiene con ella, la han convertido en falso ícono de causas que jamás propició. Incluso, se ha violentado su intimidad publicando e insinuando sus opciones sexuales. También, se le quiere instrumentalizar. Por ejemplo: se buscan réditos políticos cuando se pretende cambiar el nombre ancestral de Coquimbo por el de Gabriela Mistral. Estamos seguro que ella se opondría tenazmente.
En los tiempos en que vivimos, la creación y la creatividad son capitales para el desarrollo sustentable. Por ello, la literatura cumple la función de ser oxígeno en la comunidad. Nos parece un error de hacer Políticas Culturales de Estado donde se ignora, se disocia y se instrumentaliza a los escritores.
Vemos los fracasos de las recientes Ferias del Libro en la región, que a pesar de los esfuerzos millonarios del Estado y del autobombo. Los gestores a cargo desconocen la literatura, el libro y los hábitos lectores y porque la industria editorial ha cambiado: los escritores ya no escriben libros, sino que “hacen libros”, donde las micro editoriales y editoriales independientes están publicando las obras más insignes de estos tiempos.
Confiamos en que el Delegado Presidencial, Rubén Quezada, nos acompañe en la búsqueda de los cambios que esta región heroica y de profusa producción literaria se merece.